El lector impertinente

"Antes de conocerte  era una mujer civilizada . Civilizada. Ahora ni siquiera sé lo que significa eso. Comida, protección,  sexo , una vez cubiertas esas necesidades podemos creer que tenemos el control. Que las vidas que construimos nos mantienen humanos. Pero, en realidad, solo somos animales. ¿Sabes cómo lo sé?  Miedo . Miedo por tu vida. Cuando hayas sentido eso, todo lo demás, todo  eso llamado civilización , es un sueño. Tú me has enseñado eso, mi amor.  El miedo nos convierte en animales  a todos." El asunto de la infidelidad es recurrente en la ficción, sea literaria o audiovisual, como es el caso que nos ofrece la miniserie británica de la BBC, Apple Tree Yard (o La plaza del manzano), y donde la acción nos traslada ya no sólo al juego del adulterio per se, sino a la construcción de vidas paralelas, identidades variadas y roles necesarios para que la aventura, o la ilusión de la aventura, alimente esa otra vida que todo infiel necesita para vivir.

Los renglones torcidos de Dios A lo largo de la historia del cine hay películas que parecen que han surgido sobre todo con el único propósito de que su protagonista se luzca a más no poder. Hay muchas y de diferentes géneros. El caso de “La buena esposa” parece que engrosa esta lista. Y no es porque la película no proponga temas interesantes, pero sin lugar a dudas, si se hubiera elegido a una pareja de protagonistas del montón, sobre todo en el caso de su protagonista femenina, el resultado de la película hubiera quedado reducido a la mínima expresión. Y ahora vienen los intereses del proyecto: Glenn Close, para mi gusto absolutamente radiante en su papel de Joan Castleman, y nominada al “Oscar” en media docena de ocasiones, podría encontrar, al fin, su oportunidad de llevárselo. En el recuerdo queda el robo perpetrado en la ceremonia de 1988 cuando por su impecable labor de Marquesa de Merteuil en “Las amistades peligrosas” se quedó sin premio: ni Globo de oro, ni “

La película del director Spike Lee “El infiltrado del KKK”, está nominada al Oscar como mejor película, centra su mirada en un primer policía de color que se infiltra en el peligroso Ku Klux Klan con un tono divertido y furioso Antes de hablar de esta película hay que decir quién es Spike Lee, su director, a quien conocemos por tremendos films como “Malcom X” con un excelente Denzel Washignton; “Haz lo Correcto”, un relato sobre el tema interracial o “La Hora 25”, tal vez una de mis favoritas, protagonizada por Edward Norton acerca de un hombre que en su última noche antes de partir a la cárcel arregla sus cosas pendientes con amigos y familiares. Lee es un realizador muy comprometido con temas sociales, políticos y defensor acérrimo de la discriminación racial que siempre ha vivido su país. Su cine siempre tendrá matices de reivindicaciones raciales y este nuevo film, que está nominado al Oscar como mejor película, no elude por ningún momento a esas temáticas que lo c

Segundas Oportunidades El Director Antonio Hens nos presenta su nuevo trabajo, en esta ocasión cambia completamente de registro, sus anteriores trabajos estaban ligados con la temática gay, como pudimos observar en “Clandestinos” o en “La partida”. La película ha ganado el premio a la mejor película en el 15º Festival de Cine de Alicante, la actriz secundaria María José Alfonso logró el premio a la mejor interpretación femenina. Nos cuenta la historia de Laura, una antigua estrella del rock de los 70 que vive recluida en una residencia de ancianos, aunque tiene la misma edad que sus compañeros, no se identifica para nada con ellos, se siente joven y con un espíritu libre. Continuamente tendrá que lidiar con Elena, la directora del centro, una mujer amargada, con mal carácter y decidida a que los ancianos tengan una vida de ensueño. Todo cambiará cuando llegue al centro Juan, un jubilado que se enamora de ella y la reconoce como aquella estrella que fue en su momento.

" Must the duck be here?",  o  El discreto olor a podrido de la burguesía Al mismo tiempo, una farsa histórica delirante y un drama de época fidedigno. Yorgos Lanthimos balancea su más reciente película entre esas relaciones aparentemente opuestas con el equilibrismo del que sólo es capaz un gran director, relaciones que durante dos horas nos van a mantener siempre con una mueca en la cara y sacar muchas carcajadas. Sus personajes son líderes y son más bien niños con rabieta. Su puesta en escena es suntuosa, preciosista, y Lanthimos la sacude con su cámara siempre en un ángulo raro, distorsionado, electrificante. De esa dualidad construye este pequeño mundo de apariencia majestuoso, pero que basta ver un segundo para olerle lo podrido. Me cuesta trabajo decidir qué es lo que hace más seductor este mundo podrido de Lanthimos, si su impecable estética o las actuaciones. Hasta The Favourite, ninguna película de Lanthimos contenía actuaciones que uno pudiera