El lector impertinente

No hay más ciego que el que no quiere ver.  Por fortuna a la sociedad entre Gastón Duprat y Mariano Cohn -sea con o sin el segundo implicándose en 'Mi obra maestra'- no le faltan ojos para observar, reírse y radiografiar el esperpento en una hoda de mofas al mamarrachismo, la estulticia y la ostensible superficialidad que rodean a las altas esferas de la élite cultural, ya sea en la rama literaria ('El ciudadano ilustre'), en la pintura y las artes plásticas -en la ya aludida incursión en solitario de Duprat- o, como en este caso, al choque de personalidades opuestas durante los ensayos de una gran producción cinematográfica donde la borrachera de egos desfila a través de unos histriones consumidos por el hambre de notoriedad y el derroche de popularidad -la tragadera autoparódica presente en el hollywoodiense Félix Rivera es directamente proporcional a la grandeza de un, ahora sí, convenientemente sobreactuado Antonio Banderas-, en una Penélope Cruz tan divertidamente

  ¿Alguien se da cuenta de lo muertos que estamos? ¿Alguien ha parado un momento la cadena de fabricación en la que trabaja para pensar lo esclavo del aburrimiento, de la monotonía y de la esclavitud que es? El vacío es la enfermedad, la amargura y la indiferencia los síntomas, el aislamiento la salida fácil, The Visitor sugiere la curación. La curación de la vida ramplona que llevamos, de la ceguera de la sociedad ante la verdad de una sola vida, de los miedos generados por enemigos ficticios, de la burocracia como máxima de la estupidez y de la incomunicación entre culturas y hombres. Walter vive por inercia sin ninguna ligazón a nada ni a nadie, sólo le queda su orgullo refugio de su amargura, hasta que se ve obligado a pasar unos días en su piso olvidado de Manhattan y allí encuentra unos ilegales han invadido su espacio. The Visitor es una maravillosa película de lentas transiciones donde las luchas se dan en el alma. Los pequeños detalles, los gestos inapreciables y l

  El visitante' (HBO) la oscura serie que, por fin, hace justicia a Stephen King La miniserie, adaptación de la novela del maestro del terror, se mueve en los territorios del 'thriller' para después girar hacia lugares más inquietantes, sórdidos y sobrenaturales Basada en la novela homónima de Stephen King y adaptada para la pequeña pantalla por el guionista Richard Price ('The Wire' o 'The Night Of'), 'El visitante' ('The Outsider') transcurre en medio de una atmósfera sombría, lenta, angustiosa y opresiva. Absolutamente nada casa en esta enigmática y truculenta nueva miniserie de HBO, que explora la investigación del brutal asesinato de un chico de la zona y la fuerza misteriosa que rodea el caso. Este es el hilo conductor de una trama que, conforme avanza la serie, se vuelve todavía más oscura, extraña, terrorífica, paranormal y soberbia. El planteamiento de la historia no puede ser más inquietante. El protagonista de la serie, el po

  Gustave, Adrienne & la Torre Eiffel Es una obra maravillosa. Gustave Eiffel, el gran creador y de la Torre Eiffel, símbolo de su amor por Adrienne Bourgés, una dama de alta clase casada en 1860 y la historia de su construcción basada en la idea de una Francia en la que todos sus habitantes por una vez sin diferencia de clases estuviesen representados por un monumento de fraternidad y orgullo nacional es lo que Martin Bourboulon nos trae.   La clave para el gran lucimiento de "Eiffel" en una cartelera con varias películas interesantes, pero ninguna tan apasionadamente bien relatada como ésta, son las formidables interpretaciones y química entre Romain Duris (para nada uno de mis actores favoritos, sino todo lo contrario pero que aquí me asombra y me hace vibrar) y de Emma Mackey, una actriz   nueva, y de una belleza deslumbrante que tiene ese toque de atemporalidad lo que la convertirá en una maravillosa actriz de época y de producciones de todos los géneros y