El lector impertinente

  Las relaciones entre padres e hijos es una temática que ha dado multitud de comedias a lo largo de la historia del cine. En algunos casos con muchísimo acierto (al estilo de “Pequeña miss Sunshine, por ejemplo) y otras con un nivel mucho más bajo y que todos nos hemos encontrado más de una vez en las películas de sobremesa de algún canal de televisión pensando en por qué estábamos viendo eso. En esta ocasión, nos llega desde Francia “Mis queridísimos hijos”, película que llegará a los cines de nuestro país el 1 de julio, y que se sitúa en una muy buena posición en lo que a divertimento se refiere (De hecho, tengo la sensación que es la típica película que Santiago Segura podría convertir en remake en no mucho tiempo). La cinta parte de una premisa bastante sugerente: Unos padres, cansados de que sus dos hijos pasen de ellos y que sólo les llamen por interés, deciden fingir que han ganado muchísimos millones en la lotería para conseguir que sus hijos se acerquen a ellos de nuevo

  Espléndida y elegante, con trama intrigante y puesta en escena teatral maravillosa   Con un montaje casi teatral y una maestría la hora de desarrollar el guión, el director Graham Moore hace su debut cinematográfico con la película 'El sastre de la mafia' ('The Outfit'), que nos cuenta la historia de un sastre inglés, interpretado por el actor Mark Rylance, que tiene un pequeño atelier en la ciudad de Chicago. Allí se congregan constantemente una familia de mafiosos que terminan por envolver al propietario y a su asistente en un entramado criminal que tiene más implicados de lo que parece a simple vista. Dentro de la historia En 'El sastre de la mafia' nos encontramos con un guion muy bien estructurado y desarrollado que nos introduce en el día a día de un sastre y su loable labor. Con una narración elegante y espléndida, descubrimos las primeras interacciones entre los personajes, todos con cierto misterio. A partir de allí, se desenvuelve una trama