La mujer de la casa de enfrente de la chica de la ventana

 


El primer instinto ante una serie con un título tan ridículo como “La mujer de la casa de enfrente de la chica de la ventana” es comprarla. Los creadores Rachel Ramras, Hugh Davidson y Larry Dorf querían hacer una comedia negra con un misterio central que sirviera para reírse de los tópicos de los thrillers psicológicos de los últimos años como La chica del tren (Tate Taylor, 2016) o La mujer en la ventana (Joe Wright, 2021).

 

La protagonista es Anna (Kristen Bell), una mujer estancada en el duelo por la muerte de su hija, que un día es testigo del asesinato de la vecina de la casa de enfrente. Como la policía no encuentra ningún cadáver y la costumbre de Anna es servirse una botella de vino entera nada más despertarse, acompañándola de pastillas mientras curiosea por la ventana, nadie se la cree. Está chalada, piensan. El problema es que los responsables de la serie estaban tan ocupados buscando los arquetipos y clichés del género que se olvidaron de transformarlos en una parodia.

Hay toques delirantes como la ombrofobia de Anna, que colapsa si se encuentra bajo la lluvia, o las circunstancias en torno a la muerte de la hija (que desgraciadamente no se acaban de aprovechar) pero a la serie le faltan chistes: no sirve de nada incluir una escena de sexo con un posible asesino o colocar a la protagonista en un faro si después estas situaciones no se llevan al límite o se tratan con ingenio.

Le falta ritmo y unos secundarios con cara y ojos para así poder invertir en el misterio principal. Y sobre todo convendría que la serie supiera qué quiere contar más allá de la trama estúpida porque ni siquiera saca jugo de la misoginia que a menudo impregna los guiones del género.

Además, como Netflix estrena productos tan lamentables como el drama erótico Sexo/Vida, cuesta quitarse de encima la sospecha de que la plataforma podría haber estrenado La mujer de la casa de enfrente de la chica de la ventana de manera no irónica.

La parodia es un subgénero de la comedia que gozó de una gran popularidad en su momento, pero la cantidad de cintas lamentables que llegaron a rebufo de 'Scary Movie' llevó a que el interés del público decayera de forma brutal. Y no será porque no hay cosas de las que reírse, pero parece que ahora es más habitual encontrarlo en televisión, donde tampoco puede decirse que abunde demasiado.

De hecho, estoy convencido que una miniserie como 'La mujer de la casa de enfrente de la chica de la ventana' se habría hecho como película en su momento, permitiendo así un enfoque más directo y centrado en las situaciones de las que quería burlarse. Ese es uno de los debes de esta producción de Netflix protagonizada por una Kristen Bell efectiva en su papel, algo que no puede decirse de la serie.

©Pere Solà Gimferrer

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