Aguas profundas (Depp Water)

 

Vuelve Adrian Lyne (Nueve Semanas y Media; Atracción Fatal) haciendo lo que mejor sabe hacer, cintas con tono erótico y cierto misterio. En este caso, Aguas Profundas, está basada en la novela homónima de Patricia Higsmith –mujer que, según cuentan, era muy peculiar; se consideraba incluso misógina a sí misma, a pesar de que le atraía su mismo sexo y tuvo muchas relaciones, aunque ninguna duró demasiado-; escribo esto porque he leído muchas críticas hacia el director, cuando en realidad, es la propia autora, la que, en casi todas sus historias, introduce temas sexuales, machismo, maltrato, celos, pasión y locura, mucha locura. Y sabiendo esto, me parece que la película está a la altura. El guion está escrito por Zach Helm y Sam Levinson (Assassination Nation; Euphoria) y que no es por nada, esto es mucho mejor que algunos de sus trabajos anteriores.

 

 

Los protagonistas están espectaculares. Ana de Armas (Melinda) y Ben Affleck (Vic) me gustan mucho aquí. Higsmith siempre describe a sus personajes principales como guapos, sexis, sexuales y camaleónicos. Con ella nunca sabes lo que va a ocurrir mientras lees y el filme es lo que nos ofrece.

Vic y Melinda son un matrimonio curioso, por llamarlo de alguna manera, con una niña (que mola, por cierto, ¡cómo canta!). Vic permite que Melinda tenga aventuras constantemente. Parece no importarle. Higsmith adora describir a gente rica, que no hace nada excepto fiestas, vivir bien, vestir mejor y beber. Como odio hace spoiler y no debería hacerse nunca con estos misterios psicológicos os invito a verla. Sí, es lenta, por supuesto que lo es, al igual que su tema parece pasado de moda, pero es que la reina de la psicopatía lo quería así. Cuenta con una excelente dirección que sabe guardar los tiempos de tensión. Cada vez que Melinda baila con alguno de sus ligues, sube la temperatura y también la ira. La fotografía y el vestuario, sobre todo el de Ana de Armas, me ha encantado.

 

 

Cine a fuego lento, del bueno, del que merece la pena. ¿A quién le importa que a Lyne sólo le interesen estos temas?, sinceramente, a nadie; que no nos obligan a ver todo lo que nos ofrecen las plataformas.

© Teresa