Qué buen día hace para ligar.
Qué buen día hace, verás cómo viene alguien a fastidiarlo, pensé al levantarme.
Tenía todo calculado, ducharme, afeitarme y desayunar, todo de forma muy pausada ya que al ser sábado no tendría que ir al banco.
Ya está bien de estar cinco días a la semana de punta en blanco, con corbata, que ya no sé cual ponerme, y sonrisa profidén para los clientes.
En esta mañana iba a ir de compras, al mercadillo de la Marcha Verde, que me habían dicho que había unas cosas estupendas y a buen precio, todas muy “fashion”, se sospecha que son mercancía robada en boutiques y a la que dan salida en estos mercadillos en donde la policía hace la vista gorda.
Encontré una camisa Hugo Boss con unos pantalones de Roberto Cavalli, que eran un primor, me caían como si fuese yo el modelo…esta noche voy a dar el golpe en la “disco”, que no se yo porqué se me da tan mal el ligar, me voy a poner en los 35 y ná de ná.
A lo que iba, esa noche me fui a la “Bolinder”, que tiene una marcha buena y no hay yogurines, que espantan al personal de mi quinta.
La luz, la justa, muchos de los efectos luminosos los habían estrenado la semana pasada, qué impresionante era el Jb system Orion, te daba la sensación de estar en una nave espacial, el Clickwork Kreis de 70 cm , la luz Spinlihts que despedía te hacía elevar como en éxtasis, sin pastillas, claro.
La incorporación del sistema de altavoces Mackie SRM350 V2 era espectacular, el D.J. no tenía que esforzarse en envolverte, el sonido te envolvía solo y flotabas como en un globo, no me extiendo más por no aburrir, pero es que mi gran deseo frustrado siempre ha sido el montaje de una sala y me fijo en todo, hasta en los enchufes de las lámparas para las mesas.
Así fue como la descubrí, mirando la lámpara de la mesa en la que se ubicó, el corazón me dio un pálpito especial, era mi tipo de mujer, una mujer hermosa, que no es la más joven, ni la mas flaca, ni la que tiene el cutis mas terso o el cabello mas llamativo, es aquella que con tan solo una sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida( García Márquez), la que siempre he soñado, esta vez no se me puede pasar la ocasión, debo hacerlo, me acerco despacio, dejándome ver, con mis compras de esta mañana luciendo en mi palmito, que ya lo quisiera mas de uno…..estoy a punto, ya estoy a su alcance auditivo, me acerco, me inclino un poco hacia ella y le digo, lo que siempre he deseado decir a una mujer:
-¿Estudias o trabajas?
© Angel 14 de Octubre de 2010
Me encanta tu relato, es tan real y tan gráfico.
ResponderEliminarY no por ello exento de las dosis justas de humor y sensibilidad.
Es humano, sencillo y profundo, compartiendo la necesidad de todo ser en buscar alguién con quién compartir los éxitos y fracasos cotidianos.
Alguién con quien compartir la SOLEDAD.
Bravo, Ángel.
Aprovecho para agradecerte tus amables y esperados comentarios en mi publicación del
blog. También para decirte que es una delicia tu página, por tu selección literaria y musical.
Un cariñoso y sincero abrazo, extensivo a todos tus seguidores.
lola encinas.
Jaja...me he reído al leer el final...pero te diré que no puedes encarar a la mujer de tus sueños de esa forma...por dios...jaja...no dudo que te haya enviado a freír espárragos...aunque nunca se sabe...las mujeres somos impredecibles....muy buen relato...tiene ángel...besos
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo el relato Ángel. Sobre todo lo de que el muchacho fue a comprar al mercadillo y concretamente al de la Marcha Verde, ¡¡que granadino es eso!!.
ResponderEliminarY una cosa: ¿Cómo podríamos hacerle saber a los responsables de la política de imagen de los bancos que a los clientes nos molesta ver a los empleados con corbata, que eso ya no se lleva y que los jóvenes vestidos así resultan sumamente horteras?
Es genial volver a leerte, querido Ángel!!!
ResponderEliminarAcabo de regresar de Lisboa y ha sido estupendo encontrar este relato tan bien escrito y ameno.
Besos inmensos!!!
Jajajajaja
ResponderEliminarSí, parece que al protagonista le falta un poco de práctica en esto de dirigirse a las mujeres (parece que ahora se dice ¿me estudias o me trabajas?).
Aunque mejor eso a que empiece a hablarle de sus impresiones sobre los equipos de iluminación y sonido de la discoteca...
De todos modos, nunca se sabe cuál es la mejor manera de dirigirse a alguien. Yo pienso que si "está de ser, será" y si no, no habrá manera.
Buen relato
Besos
Un estupendo relato.
ResponderEliminar¿Ves Angeliño?, me encanta cuando son tuyos.
Pero..., en fin, a ver si actualizas a tu protagonista porque hasta yo me doy cuenta de que está totalmente desfasado. Hasta yo.
Pobriño. Lástima porque no le faltan las buenas intenciones. Quizá si finalmente monta él la sala...
Bicos.
¡Hola Ángel! Ante todo agradecerte tu paso por mi blog y el comentario. No hay problemas en que des a conocer lo que te guste de mi blog. En cuanto al tuyo, muy bien, me gustan los relatos y los desenvuelves muy bien. Así que me quedo. Ahora estoy y volveré. Un abrazo desde Fuerteventura.
ResponderEliminarEstudias o trabajas???? jajaja que bueno Angel, me encantó
ResponderEliminarSi cuando quieres puedes eh, ya ves
Muy "fasion" tu Angel Manero
ajaja besote
El final, como siempre en tus relatos, sorprendente..., nunca se sabe por donde va a terminar.
ResponderEliminarMuy bueno y granaino las referencias al mercadillo.
Muchos besos fraternales