Meditar en un barco

 

 



El escrito de hoy va a ser algo distinto a lo habitual. Aunque seguiremos a bordo de un velero, hoy ni hablaremos de chárter, ni del Atlántico, ni de Lanzarote.  Hoy trataremos el tema de meditar en un barco.

La meditación es una práctica con gran historia. Los historiadores afirman que ya entorno al 3000 aC se practicaba esta actividad. Son muchas las religiones de todo el mundo que han adoptado este entrenamiento mental, y hoy en día son muchas las personas que lo han incorporado a sus vidas.

Hay muchos escépticos acerca del tema, hay muchos que nada más escuchar la palabra ya le otorgan una connotación demasiado mística, propia de personas muy distantes a la sociedad actual. Probablemente todas estas personas no hayan comprobado de primera mano lo que significa realmente meditar y todos sus beneficios. Porqué son muchos.

Porqué es tan importante la meditación

Vivimos en el siglo XXI. Vivimos en el siglo de los trastornos mentales. Y es que son miles y miles los pensamientos (normalmente negativos) que nos rondan por la cabeza durante el día a día. Vivimos en una situación de ajetreo y estrés constante. Hace 500 años la gente no tenía, ni mucho menos, tantas preocupaciones como tiene la persona media hoy en día. En la actualidad, con el avance de la sociedad y la tecnología, son muchas y muy absurdas las cosas que nos preocupan; y que, en definitiva, son la causa de que no vivamos plenamente nuestras vidas. Sírvanos de ejemplo con todo lo que suponen las redes sociales y nuestro apego a ellas, llegando a niveles de necesidad vital.

Es por eso mismo que hoy en día la meditación es una práctica tan acertada. La meditación es un modo de entrenar tu mente. Es un modo de hacer una pausa, impedir que tu mente siga trabajando y siga dándole tantas vueltas a cosas sin la menor importancia. Una manera de parar de vivir en el lamento del pasado o en la proyección del futuro, y situarte en el momento presente. Es una forma de hacer descansar la mente, cosa que necesita, y liberarla de todas aquellas preocupaciones diarias que todos tenemos. Finalmente, esto nos generará mayor sentimiento de felicidad, creatividad, y aumento de las capacidades intelectuales. ¿Realmente crees que es mal ejercicio?

Meditación a bordo

¿Y qué tiene que ver todo esto con lo que a Nautic Ocean le concierne? Creía que esta web iba sobre experiencias náuticas, no sobre misticismo y espiritualidad.

Pues bien, hay un punto esencial de la meditación en el cuál si tiene mucho que ver. Las técnicas de meditación, en definitiva, están basadas en situarte en el momento presente. Para ello, hay que entrar en contacto con el entorno en el que te sitúas. Esto incluye concentrarte sobre todo en los sonidos de tu alrededor y el sentido de la gravedad que ejerce tu cuerpo. Además de encontrarte en un espacio tranquilo, agradable para la vista, que cree sentido de calma.

Entrando en situación: Meditar en un barco

Sabiendo esto, podemos llegar a la conclusión que un barco puede ser el lugar perfecto para practicar la meditación. Pongámonos en situación. Noche de luna llena. Nos encontramos solos en cubierta. Nuestro barco está fondeado. El oleaje, suave, genera un efecto balancín en nuestro velermeditar en un barco two boatso que hace inevitable la relajación. Miramos el reflejo de la luna sobre el agua del basto mar. No sé nada más: ni barcos, ni tierra, ni movimiento.  El sonido de la ligera brisa marina entra por nuestros oídos, haciéndonos entrar más aún en situación. Es lo único que podemos escuchar. Calma total.

El simple hecho de quedarnos observando el cuadro que se ha alzado ante nosotros podría considerarse, claramente, como meditación. Y esto es así porqué en ese momento nos habríamos olvidado de todo lo demás. Lo único que importa es el movimiento de las olas del mar.

Pero podemos ir más allá. Podemos cerrar los ojos y entrar aún más en el entorno. Con los ojos cerrados, oiremos con más claridad el sonido de la brisa marina. Notaremos aún más la sensación del movimiento del barco generado por las olas. Sentiremos como nuestra mente se acalla y una sensación de paz total nos invadirá por dentro.

¿Por qué no?

Mucho se puede narrar y contar el cómo sería. Pero esto se trata de sensaciones y, en definitiva, de experimentar. Por lo tanto, hasta que no experimentes con tu propio cuerpo este tipo de meditación, nunca podrás comprender lo bonito que puede llegar a ser meditar en un barco.

Por lo tanto, ¿por qué no le das una oportunidad y lo pruebas? ¿No te apetece desconectar de todo el bullicio de pensamientos que tienes en tu mente y relajarte de verdad?

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