Manhunt Unabomber



Este blog tiene la regla de no hablar de series estadounidenses o británicas que no se hayan estrenado en nuestro país, regla que me produce verdadera ansiedad cuando descubro durante el verano una joya como ‘Manhunt Unabomber’ y me tengo que morder las uñas durante varios meses, esperando que alguna cadena se apiade y la traiga a nuestro país, aunque por las redes sociales he dado bastante la vara con ella.
Por suerte Netflix la puso ayer a disposición de sus abonados en nuestro país y me permite dedicarle el artículo que se merece para presentarles la que ha sido desde mi perspectiva absolutamente subjetiva y personal una de las mejores series del año, con un apasionante historia sobre la búsqueda y captura del elusivo asesino en serie conocido como el Unabomber, con dos enormes actores protagonistas en estado de gracia


Sinopsis: La historia de la búsqueda durante diecisiete años del asesino en serie conocido como el Unabomber, que atentaba contra sus victimas mediante el envío de paquetes postales con bombas en su interior que detonaban en el momento que el destinatario abría el paquete, que con finalizó con su captura final por el FBI, gracias a las técnicas innovadoras deductivas del agente Jim Fitgerald, pieza clave en la investigación.


El inicio: Jim Fitzgerald fue uno de los agentes clave en la larguísima búsqueda del Unabomber, gracias a los análisis semánticos que realizaba de los escritos y manifiestos que Ted Kaczynski enviaba a periodistas para hacer llegar sus ideas al gran público.
Fitgerald publicó un capitulo en un libro sobre especialistas en perfiles psicológicos del FBI donde detallaba su papel en la investigación. El artículo suscitó un enorme interés por parte del Discovery Channel que le compró sus derechos para una adaptación audiovisual, ya fuera como ficción o como docudrama, con preferencia para la primera opción, para abrirse campo en ese lucrativo campo.
En paralelo Andrew Sodroski era uno de los miles de guionistas que intentaban abrirse camino en Hollywood, viendo como sus guiones eran rechazados una y otra vez por todas las cadenas y estudios. Sodroski tenía desde pequeño una verdadera obsesión por el personaje del Unabomber, sobre el que siempre había querido escribir algún guión, pero que nunca pasaba de la fase de boceto ante la dificultad de hacer funcionar una historia sobre un verdadero ermitaño alejado de todo el mundo.

En una reunión con ejecutivos de Discovery Channel que le rechazaron por enésima vez un guión, salió el tema de los derechos del artículo de Fitzgerald, como una posible área de interés para ver que se le ocurría a Sodroski, que la acogió entusiasmado, lo que acabó derivando en el guión de un piloto que convenció por completo al Discovery Channel para darle la luz verde y encargarle su debut oficial con la escritura de la miniserie.


El siguiente paso era encontrar a la persona adecuada para llevar la serie a buen puerto como showrunner de la misma ante la manifiesta inexperiencia de su creador y otra casualidad hizo que el gran director Greg Yaitanes ( House, Banshee, Quarry) compartiera el mismo agente que Sodroski, en una época que también buscaba un nuevo proyecto.

Su agente le hizo llegar el guión inicial y Yaitanes se entusiasmó de tal manera que decidió entrar como responsable máximo de la serie, además de reservarse la dirección de los ocho episodios de la misma, como ya hizo en la enorme ‘Quarry’


La última pieza del rompecabezas era la elección de los dos protagonistas principales de la serie con el beneplácito absoluto de la cadena para buscar dos grandes nombres para esos dos papeles, convenciendo a dos conocidos actores cinematográficos como Sam Worthington y Paul Bettany de hacer una infrecuente incursión televisiva para interpretar a dos personajes tan delicados como Jim Fitzgerald y Ted Kaczynski, respectivamente.


Tras un rodaje muy rápido, gracias a la conocida efectividad de Greg Yaitanes en su doble faceta de showrunner y director, la serie se estrenó bastante de tapadillo en pleno verano y en un lugar tan poco habitual para las series de ficción como el Discovery Channel, con un trailer como el siguiente.
Poco a poco y gracias al boca a oreja y el apoyo de varios críticos influyentes, la serie fue creciendo en prestigio y popularidad incluso después de finalizada su emisión, hasta llegar a su difusión mundial por Netflix, que es como ha llegado a nuestro país.


La trama: La historia está basada en hechos y personajes reales que tuvieron obsesionados a muchos estadounidenses durante muchos años, por ello desde la primera escena dejan a las claras la captura del asesino en serie Ted Kaczynski, para dejar sin efecto el posible misterio de si se iba a escapar o no a la acción de la justicia para aquellos que desconocieran la historia.


El primer encuentro cara a cara entre los dos antagonistas que han estado uno detrás de otro durante diecisiete años, marca el tono de la serie, al empezar a reconstruir todos los hechos de la investigación, desde dos lineas temporales paralelas, la que marca la investigación del FBI y la vida del huraño Kaczynski que se unen a la del presente desde el momento de su detención.
Una de las primeras escenas establece claramente el modus operandi del asesino en serie con uno de sus primeros envíos bomba a una familia de un científico


La historia está planteada como la obsesión de dos personas canalizada de formas muy diferentes, por un lado tenemos a Ted Kaczynski un superdotado completamente asocial, que elige el camino del terrorismo postal para intentar hacer llegar sus ideas políticas y sobre todo sociales al mayor número de personas posibles a través de una serie de escritos y manifiestos donde plasma todas sus ideas de un marcado cariz anarco-ecologista, mucho mejor elaboradas que el brutal y sanguinario camino que seguía para su difusión.


En el otro bando teníamos a Jim Fitzgerald, totalmente obsesionado por capturar a su asesino, lo que le llevaba a una evolución personal en la que tendía a imitar y mimetizar a su rival para poder entenderlo mejor y tener más pistas sobre quién era la persona que se escondía tras las únicas evidencias que tenían que eran los restos de los paquetes bomba y los escritos que enviaba.
En ese punto es donde entra el análisis semántico y semiótico de sus escritos como herramienta para determinar el perfil del asesino, un técnica totalmente innovadora y desconocida hasta ese momento, que no era vista precisamente con buenos ojos por sus superiores, que dudaban mucho de los resultados de ese camino en la investigación.


Poco a poco vamos viendo como nuestros dos personajes van evolucionando en el tiempo en que uno persigue al otro en el pasado, además de su relación en el presente donde la principal preocupación del FBI es conseguir una condena rápida por confesión y evitar de esta manera un juicio mediático en el que una persona tan inteligente como Kaczynski pudiera aprovecharlo para hacer llegar sus ideas al mayor número de personas posibles.
En este punto destacan sobremanera las escenas de interrogatorios que ambos comparten en una sala cerrada, donde se crea una tensión y unos intercambios dialécticos que solo son equiparables a los que veíamos en la maravilla que era ‘Line of Duty’ gracias a la gran dirección de Greg Yaitanes y la labor de los dos actores.
La serie nos mantiene siempre en vilo, sin dejar de sorprendernos hasta llegar al capítulo número seis, el mejor de toda la serie y uno de los mejores del año televisivo sin lugar a dudas, donde en apenas cincuenta minutos, se nos muestra de forma exclusiva toda la historia de Ted Kaczynski desde su infancia hasta convertirse en el psicópata asesino que es en el fondo.


Todo ello explicado con un rigor y una objetividad, que nos hacen comprender mucho mejor la persona atormentada que era el Unabomber, pero sin buscar nuestra empatía con semejante monstruo.
Es un marcado punto de inflexión de la serie, ya que hasta ese momento predominaba la visión de la investigación de la FBI, que era mucho más rica narrativamente al poder implicar a muchos más personajes en la trama, dejando al solitario Unabomber en una especie de segundo plano, para no abusar de mostrar un ser huraño y solitario sin apenas relación con el mundo externo, desde una remota cabaña de madera perdida en el lejano Montana.
El coste personal que tiene esa obsesión para el agente Fitzgerald, es una buena trama secundaria, como se puede ver en el siguiente corte.
No voy a esconder mi entusiasmo total ante mi visionado de ‘Manhunt Unabomber’ que me ha hecho disfrutar de lo lindo con el desarrollo de una historia que conocía bastante bien de la época en que acaparaba titulares en todo el mundo y que me ha mantenido en vilo durante los ocho episodios que completan la historia a la perfección, por lo menos desde mi punto de vista.


No es una serie que se deba juzgar por su piloto, que en este caso es una mera presentación del caso, con una presencia muy reducida del personaje de Paul Bettany que no aparece hasta el final del mismo, que es cuando la serie empieza a elevarse y mucho por encima del mero procedimental policial que muchos de ustedes pueden pensar a priori.


No voy a caer en el error de compararlo con otros thrillers psicológicos recientes porque me ha parecido con la suficiente entidad y fuerza para poder autodefinirse por si misma, sin necesidad de recurrir a referencias de otras series, por ello si les gustan este tipo de series no duden en ponerla en los primeros lugares de su lista de visionados navideñas, porque no les va a defraudar.

Los actores: El australiano Sam Worthington era exclusivamente conocido en su país natal  hasta que  fue elegido por James Cameron para protagonizar el megaéxito planetario que fue ‘Avatar’ un papel que ha marcado su carrera posterior a pesar de aparecer en películas tan  interesantes como ‘Hacksaw Ridge’ o ‘Everest’ .
Nunca ha sido muy valorado como actor, pero en mi caso me gustaba bastante en las series australianas en las que le iba viendo como ‘Love my Way’ y sobre todo ‘Destination Gallipoli’ donde encarnaba a un periodista en el infame desembarco australiano en Turquía en la I Guerra Mundial.

Por suerte su interpretación como Jim Fitgerald va a acallar muchas de esas dudas, dándole una gran personalidad a un personaje muy complejo del que es consciente que se desliza por una pendiente de difícil retorno cegado por su completa obsesión para atrapar al fugitivo, en la que para mí ha sido su mejor interpretación, en especial al mantener el nivel frente a su enorme compañero de reparto.


Paul Bettany está sublime poniéndose literalmente en la piel, cuerpo y mente de Ted Kaczynski, de una manera verdaderamente sobrecogedora trasmitiendo con sus gestos contenidos y sin mostrar el menor remordimiento sobre las acciones criminales que había realizado, haciéndonos incluso comprensibles sus motivaciones por muy abyectos que nos parezcan sus métodos finales.
El británico Paul Bettany ha tenido una gran carrera cinematográfica como secundario de lujo e importante de los que dan profundidad a grandes películas como ‘Una Mente Maravillosa’ o ‘Dogville’, pero es más conocido por sus papeles como Vision o J.A.R.V.I.S en la popular saga de ‘Los Vengadores’ y demás allegados del universo Marvel.
Este ha sido su primer papel televisivo de este siglo y la verdad es que lo ha bordado de principio a fin y si no estuviéramos tan lejos de la temporada de premios, debería ser uno de los favoritos tras haber visto su espeluznante actuación.

La serie tiene un buen elenco de actores secundarios, pero que apenas tienen una importancia puntual en determinados momentos de la trama, para hacerla avanzar pero sin gran continuidad a lo largo de toda la historia, con la única excepción de un viejo conocido como Chris Noth, que siempre suma allá donde esté. Aquí lo tenemos como Don Ackerman el agente del FBI, al mando de la investigación y uno de los principales escépticos iniciales ante las teorías semánticas de su subordinado.


Poca presentación necesita Chris Noth tras verlo frecuentemente en diversas encarnaciones de ‘Ley y Orden’, en la fabulosa ‘The Good Wife’ o como un importante personaje recurrente en ‘Sexo en Nueva York’. Noth siempre ha sido un actor ideal para estos personajes trajeados de funcionario público, aunque sea a un nivel más pequeño como en este caso.


Final : Creo que he dejado más que claro mi entusiasmo por esta miniserie ‘Manhunt Unabomber’ que he intentado trasladarles a ustedes, por si consideran el tema interesante porque la ejecución es primorosa y solo por ver lo que hace Paul Bettany en la pantalla, les puedo asegurar que va a ser un tiempo bien invertido.

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