Mindhunter
No podía esperarse menos de un proyecto en el que detrás estaba David Fincher, con una filmografía tan buena como El club de la lucha, Seven, Zodiac, etc. El proyecto era tan interesante que Netflix y HBO compitieron duramente por hacerse con la serie. La victoria de Netflix era obvia después de que Fincher ya creara House of cards. Pero a diferencia de allí, donde sólo dirigió los dos primeros episodios y acabó desentendiéndose por completo de la serie ya en su segunda temporada (y vaya si se notó) en Mindhunter dirige sus diez capítulos, lo que hace que el nivel no decaiga y el conjunto mantenga una coherencia asombrosa, muy similar al resultado final de Cary Fukunaga con su True detective.
La serie adapta el libro Mind hunter: inside FBI elite serial crime unit, escrito por dos investigadores del FBI que narran su experiencia personal a mediados de la década de los setenta.
Vaya por delante que no es la típica serie de agentes de la ley a la caza de un asesino en serie. Sino que sigue a dos agentes de la UCC, Unidad de Estudio del Comportamiento, una sección creada en 1975 que tenía por objeto interrogar y entrevistar a asesinos en serie detenidos. El objetivo era meterse en su mente, entenderlos, o tratar de entender que convierte a una persona en un monstruo. La pregunta del millón de si el mal nace o se hace. Por eso la serie va a contar con varios detenidos a los que entrevistan en las cárceles por toda la geografía de los EEUU. Y a la vez, cuando acuden a las policías locales a impartir cursos, ambos agentes se van a involucrar en algunos casos locales de asesinatos y violaciones, tratando de pasar sus estudios de la teoría a la práctica.
Los dos agentes citados son Holden Ford, interpretado por Jonathan Groff y Bill Tench. Holt McCallany. No conocía nada del trabajo de ambos actores. Sé que el primero salía en Looking, pero es una serie que nunca me interesó y de la que no pude pasar de sus primeros minutos. A ambos agentes se va a sumar una civil, una profesora de psiquiatría interesada en el estudio y que acaba colaborando como asesora para ver si los resultados del estudio tienen aplicaciones civiles. A Wendy Carr la interpreta, ni más ni menos, que Anna Torv, en su mejor papel después de haber sido la inolvidable Olivia Dunham en Fringe.
El trabajo de los tres es impresionante, especialmente el personaje de Holden Ford, el alma de la serie, cuya evolución, pasando de un tímido y retraído agente de oficina, un chupatintas del FBI, que a medida que se mete en la mente de los psicópatas y a medida que empieza a meterse en el papel de los mismos para ganarse su confianza en las entrevistas, con un lenguaje vulgar y ofensivo, lo va a ir transformando en un ser frío, despiadado, cínico y un tanto amoral, para el que al final los resultados importan más que los medios usados para alcanzarlos.
David Fincher consigue en Mindhunter recrear la atmósfera agobiante de su Zodiac. con una banda sonora a la altura, unos diálogos profundos, inteligentes, unos personajes bien construidos. Además remata con lo más difícil, conseguir que las vidas personales de los tres personajes nos interesen. Lejos del manido recurso del agente de policía borracho, en Mindhunter vamos a ver con realismo, y poco a poco, como las vidas personales y profesionales de los tres personajes acaban colisionando.
No puedo terminar sin destacar a uno de los asesinos que entrevistan, un Edmund Kemper interpretado por Cameron Britton, que con su físico imponente y su lenguaje pausado da vida a un convincente monstruo con el que Holden acaba estableciendo una peligrosa sinergia.
La serie termina su primera temporada con inteligencia. Evoluciona muy bien a los personajes y los coloca en el disparadero de cara a una segunda temporada. Además puede contar con el recurso de presentar nuevos detenidos o nuevos casos de investigación. Esta sí es una serie que de verdad justifica una continuación de varias temporadas.
Spoiler. Lo que pretendían conseguir con el estudio, muy innovador para su época, se acabará cobrando sus víctimas al tratar de aplicarlo a rajatabla, como el caso del director de un colegio y a la vez deja al programa en el aire de ser suspendido. Fin Spoiler
Totalmente recomendable, es más, imprescindible si te gustan las buenas series. Muy adictiva, con un ritmo que engancha. Personalmente la he devorado en dos días aprovechando el puente festivo del viernes. Un maratón televisivo que me ha recordado a las mejores series de Netflix, diseñadas para no poder parar de verlas y que ya echaba de menos.
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