Oficina de infiltrados
Estamos hartos de ver cómo funciona la CIA y conocemos la sede de Langley como si fuera nuestra casa. Lo sabemos todo del MI5, el MI6, el KGB, el Mossad y la Stassi. ¿Pero y los franceses? ¿Tienen servicios secretos?¿Para qué sirven? ¿Les queda algo de aquella grandeur colonial?
Un amigo me recomendó "Oficina de infiltrados" cuando le comenté que llevaba meses sin encontrar una serie que me enganchara, tras un par de años de frustrantes thrillers islandeses (¿o eran noruegos?), tediosas terceras partes ("Saúl 3", "Fargo 3", ...), irregulares policiacos ingleses ("Líne of Duty"), decepcionantes culebrones ("Nashville"), alargamientos artificiosos tras una primera temporada redonda ("Ray Donovan"), cabreantes desapariciones ("Silicon Valley"), tomaduras de pelo inaceptables ("Twin peaks 3") y truños lujosos e inverosímiles ("House of cards 4, 5, 6").
"Oficina de infiltrados" era una serie francesa (!) cuya sinopsis prometía más de lo mismo, una especie de "Homeland" chauvinista baratillo... Pero NO! Absolutamente genial y adictiva, con un guión brillante y verosímil y un casting espectacular, no por sus 'estrellas' (OK, Kassovitz es muy muy grande, un pedazo de actor) sino por la verdad, complejidad y sutileza que transmiten todos sus personajes: los iraníes son iraníes y hablan en persa; los sirios son actores sirios y actúan en su idioma; los franceses son de verdad, ni héroes ni villanos; los caracteres femeninos resultan fascinantes y anti-cliché"...
La producción es casi perfecta, con matices inapreciables para distinguir Argelia de Siria, Turquía de Irán.
Las varias tramas paralelas son sólidas y emocionantes y el thrill funciona siempre, sin concesiones a lo espectacular o increíble. Aprendemos cosas de los servicios de contraespionaje. Cada capítulo te deja colgado de un suspense inteligente y en cada capítulo hay, por lo menos, un par de escenas imborrables y/o memorables. Es una serie intensa y falsamente modesta, ambiciosa, alejada de los maniqueísmos infantiles de las películas de buenos-occidentales contra malísimos-terroristas-islámicos, tan típicos de homelands y similares.
Todos amamos una buena historia de aventuras. El ritmo frenético, la sensación de que cada minuto es último, la adrenalina que desprenden... Y sin embargo, esta no es una historia de aventuras. Hay mucho más. La lucha más dura, que es la que tiene uno consigo mismo, es en realidad lo que se relatara a través de este grupo de infiltrados de la DGSE. Hay grandeza en cada uno de los personajes, no obstante, estas se equilibran perfectamente con sus debilidades. Un acierto, un fallo. Gracias a esto, Eric Rochant ha sido capaz de crear una historia tan intrigante como verosímil, que sin necesidad de recurrir al efectismo de otras series de este género, teje una atmósfera conmovedora.
Entre otros aspectos destacables, podría considerarse la complejidad continua de las situaciones. El espectador será reiteradamente sorprendido por los acontecimientos, sin embargo, no convierte esta dinámica en un juego de niños con soluciones imposibles.
Lo más lamentable es su poca difusión entre los espectadores (españoles).
Me estoy alargando. En resumen, un "bureau des legendes" magistral y que te mantiene en vilo durante sus tres temporadas. Quizás la mejor serie francesa de la historia y una de las mejores series sobre espionaje de los últimos tiempos.(FA)
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