Mudanza

Foto: Jorge Naranjo Sentada en el suelo, repaso algunas ventajas de las mudanzas. Librarse de la ropa que hace años no se usa, de los libros no leídos y que nunca se leerán, de las sartenes abolladas en las que se pega la comida, de los frascos de perfume evaporado y de los objetos que la indecisión reunió en cajas de zapatos. Esta mañana he llevado la impresora al centro de reciclaje. Junto al contenedor de basuras ha quedado un juego de maletas sin ruedas. Ahora les llega el turno a las carpetas de cartón descolorido, transportadas de un lugar a otro y que llevan años sin abrir. Antes de tirarlas, selecciono con crueldad y eficacia, desgarro postales, recortes de periódico y libretas. Descubro un sobre grande y abultado con tu nombre en mayúsculas y debajo una dirección escrita con trazo más inseguro. St John’s Hospital, Howden S Rd, Livingston. Noto el sobresalto en el pulso que se agita y el calor que me enciende la cara. Tardo en abrirlo porque sé muy bien qu...