Entradas

Mostrando entradas de julio, 2016

El velero

Imagen
Es lo mejor que me podía ocurrir, la ilusión de mi vida, comprar un velero. Esta mañana se ha hecho realidad y me dispongo a cruzar esta semana, una vez llegado a Denia, hasta Ibiza y Formentera. Tuvimos que esperar unas horas a que amainase el fuerte viento de N y así no encontrar tanta mar de proa que haría incómodo y lento el viaje. Partimos cerca de las 18:00, esperando encontrar abrigo a lo largo de la costa de Granada y Almería durante las primeras horas de la travesía. Iremos cuatro. Al oscurecer no teníamos casi viento, motor a 2600 RPM y encendemos las luces de navegación. Yo me acuesto pronto, tengo sueño así que haré una guardia más tarde. Me despierto sobre las 03:00, está entrando algo de viento y rolando a E. Por la radio escuchamos barcos que, unas millas más adelante anuncian rachas de 20 kts. Rizamos la mayor en previsión, siempre es más cómodo hacerlo antes de que entre la castaña, y más de noche. Paco va al palo con el arnés y yo ayudo desde la bañera. En 5 min

Dream

Imagen
                                                                           (Foto: Ferdinando Scianna) Aquella mañana, al levantarse, notó que iba a ser un día diferente, una invisible brisa la sacudió de arriba abajo. Eran las siete menos diez, se acercó a la ventana y comprobó que estaba diluviando. Se dirigió al cuarto de baño y como siempre, se miró distraídamente en el espejo. La impactó la desconocida imagen que éste le devolvió. Se palpó el rostro con incredulidad. Por un segundo creyó estar en un sueño. Pero no era así, cuando uno está soñando, las órdenes que envía y recibe el cerebro no se ejecutan al instante, tienen vida propia y no son atendidas hasta que finaliza su acción al despertar. En cambio ahora sabía que estaba despierta ya que podía decidir y ser dueña de sus actos, desnudarse, abrir un grifo, o desplazarse por cualquier estancia de la casa. No cabía la menor duda de que esa persona desconocida era ella. Aunque el color del pelo y su cuerpo hubieran camb

Billions

Imagen
La primera escena de la serie Billions no es apta para todas las edades. Paul Giamatti está atado de pies y manos en el suelo y con una mordaza en la boca. Solamente lleva ropa interior y una camisa azul desabrochada. Se escuchan pasos y aparecen unas botas de látex. “¿Necesitas que te castiguen, verdad?”, dice una voz femenina que aguanta un cigarro con la mano derecha. “Quizá te dejaré marcas”, avisa antes de apagarle el cigarrillo en el pecho. Y, a continuación, orina sobre la herida para curarle la herida. Habían anunciado que Billions sería un drama sobre un multimillonario, habían publicitado un duelo de altura formado por Paul Giamatti y Damian Lewis (ganador de un Emmy por Homeland) y era uno de los proyectos de la temporada. Y, así de sopetón, se marcan una escena de introducción con dominación y vejación incluida para dejar claro que sí, esto es una serie de Showtime. La llamativa escena de 'Billions'. Esto es como cuando Carrie Mathison se lavó la entre