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Mostrando entradas de junio, 2017

Modus

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Las series de los países escandinavos están en la cresta de la ola de mucha gente que las han acogido como una especie de nuevo maná televisivo, devorando cualquier propuesta proveniente de esos países y ensalzándola hasta límites insospechados. La realidad no es tan de color de rosa como algunos la pintan y desde nuestro rincón de las series remotas del lunes, intentamos distinguir un poco el grano de la paja, para orientarles en la medida de lo posible por las procelosas aguas audiovisuales escandinavas y que puedan hacer sus elecciones con mayor conocimiento de causa. La serie que les vamos a analizar es “Modus”, una serie sueca que se queda a medio camino entre la excelencia y la mediocridad como un representante de la clase media de las series suecas de misterio, que hasta hace poco ni llegaban ni eran conocidas en nuestro país, excepto por minorías muy minoritarias. La trama: La ciudad de Estocolmo se ve convulsionada por una serie de asesinatos

Del doctor House al doctor Chance

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Hugh Laurie sigue dando pasos por salir del personaje que lo encasilló durante casi una década. Ahora no interpreta a un doctor en diagnósticos, de lengua afilada y muy cínico, sino al doctor Eldon Chance, un neuropsiquiatra forense. Pero no es esa la única importante diferencia. "Chance" no es un drama procedimental, de capítulos con trama autoconclusiva y con un esquema que se repite en bucle. Aquí tenemos una trama central que une los capítulos. La trama consiste en la obsesión amorosa que el doctor Chance desarrolla por una de sus pacientes, Jaclyn Blackstone, interpretada por Gretchen Mol. una mujer que padece un grave trastorno de desdoblamiento de personalidad, con lagunas de memoria y que a la vez es maltratada por su marido, un policía corrupto, interpretado por Paul Adelstein. Para ayudarle en su cruzada, el doctor Chance cuenta con un antiguo veterano del ejército y metido a matón, apodado: "D". Interpretado por Ethan Suplee en un papel t

Damages

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En el capítulo piloto, dirigido por Allen Coulter (A dos metros bajo tierra, Los Soprano, Roma, Sexo en NY y un largo etc) nos presenta a una Patty Hewes (Glenn Close) Todopoderosa Señora de un prestigioso despacho de abogados en NY. Despiada, calculadora y ambiciosa, que no retrocede ante la ilegalidad, la traición, el chantaje o incluso algo peor... con tal de salirse con la suya. Prodigiosa interpretación de una madura Glenn Close, que parece haber encontrado su sitio en la pantalla tras la soberbia madre de “Nueve Vidas”. Siempre con la cabeza encogida entre sus hombros, siempre en un plano más bajo que el de sus interlocutores, explotando hasta lo indecible esa mirada glacial. Elegante, pausada en sus movimientos. Siempre encaramada en tacones de aguja y vistiendo trajes de chaqueta sin una arruga. Con ese quitarse las gafas, esbozar una media sonrisa y clavar su mirada cual depredadora acechante... logra tenerte en vilo de principio a fin, descoloca

Homeland 6

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Homeland siempre ha caminado con cuidado entre el drama de espías realista y la inverosimilitud de las series de acción. Compartía ADN con 24, pero desde el primer capítulo dejó claro que sus reglas eran distintas. Carrie Mathison no salvaba al mundo media docena de veces en menos de un día. Con ella no era necesario hacer volar tanto la suspensión de la incredulidad. La acción siempre estaba justificada. Pero el quinto capítulo de la sexta temporada puede haber roto este autocontrol (ojo, spoilers). En él, Quinn, su eterno amigo, decide, en pleno shock traumático, encerrar a la hija de Carrie para protegerla de morbosos periodistas. Su rebelión comienza tranquila, aunque pronto empieza a desenfrenar. Primero viene la policía. Quinn dispara a todo lo que se mueve. Nueva York vive una situación de rehenes. Hasta que llega la diosa Carrie —que no se ha recuperado del ataque terrorista en la ciudad— para arreglarlo todo. Mientras, la presidenta está siendo evacuada. Demasia

Berlin Station

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El grano entre la paja Después de un decepcionante otoño de 2016, en el que sólo se salvan dos o tres estrenos entre docenas de nuevos pilotos de series, he tenido que llegar hasta Alemania para encontrar una serie elegante, cuidada, bien interpretada y que desarrolla de forma satisfactoria e inteligente la historia, sin tomar al espectador como idiota. Por supuesto, no es una trama original, personalmente me recuerda horrores a la 5ª temporada de "Homeland" con la que las similitudes son constantes. Un analista de la CIA, es enviado a Alemania, país donde nació, por ser hijo de militares estadounidenses. Su objetivo es trabajar en la sede que la CIA tiene en Berlín y averiguar quién de todos los trabajadores es Thomas Shaw, alias bajo el que alguien está filtrando a la prensa información (un nuevo Snowden) Por supuesto, todos los empleados tienen oscuros secretos, muchos de ellos de índole sexual. Y todo ello con el servicio de inteligencia alemán y el te

Mammon

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Peter es periodista del periódico más respetado de Noruega. Pero comete el mayor error de su vida cuando consigue apoderarse de la evidencia de un fraude financiero a partir de una fuente anónima. Y resulta que la evidencia apunta a su propio hermano. A pesar de la carga emocional y de que la investigación sufrirá interrupciones, Peter se resiste a abandonarla. Pero en la búsqueda de la fuente anónima, terminará descubriendo una identidad inesperada. Ha comenzado entonces una búsqueda de la verdad, que involucra a medios de comunicación y políticos de alto nivel, así como a la elite financiera. Cuánto más cerca se halla de la verdad, más peligroso se vuelve para Peter y la familia de su hermano. El aumento de popularidad de las series negras escandinavas aprovechando el gran prestigio de algunos de sus productos de los que ya les hemos hablado en alguna ocasión, ha provocado una enorme curiosidad por todas las nuevas series que se realizan por esas frias tierras. Pero