TE MAREAS
Siempre dices que no puedes salir fuera de puntas, que después de Cabo Blanco no hay nada, un precipicio, el mar se acababa y no se puede navegar. Esa es tu manera de contar que te mareas y que navegar fuera de la bahía no está hecho para ti. Pero sí que sales de puntas, y más allá, hasta otros mares, otras bahías y otras islas. Y desde otros puertos sales y navegas donde haga falta, acumulando millas en radas protegidas pero también en alta mar. Es verdad, te mareas, no siempre, pero muchas veces, demasiadas para un navegante incondicional como tú, demasiadas para un capitán responsable, demasiadas para un regatista apasionado. Cuando presientes que va a suceder no te avergüenza tomarte una pastilla o dos. Aunque a veces no llegas a tiempo, entra mar y el navegar no es cómodo, y tienes que bajar a ponerte las botas, y estás cansado, y además huele a gasoil; entonces el mareo no tiene marcha atrás. Te atrapa irremediablemente. Conoces todo tipo de medicamentos preventivos, ...