Servant



Cuando se anunció que M. Night Shyamalan estaría detrás de Servant, una serie de televisión, todos los amantes del fantástico y, en especial, los seguidores del director indio-estadounidense, nos comenzamos a frotar las manos.





Shyamalan es uno de los autores que más ha revitalizado el cine de género en los últimos años, pese a que su trabajo parece tener detractores que se empeñan a criticarlo despiadadamente, como sucedió con su última obra, nominada a varios Premios Razzies que se otorgan a lo peor del año. Glass (2019), es un film brillante y original que aunaba el universo de dos de sus anteriores películas, El Protegido (2000) y Múltiple (2016) y que, a su vez, proponía una reflexión fascinante sobre el mundo de los superhéroes.




En Servant, el inicio no puede ser más prometedor e inquietante. Un matrimonio intenta superar la muerte de su hijo recién nacido, sustituyéndolo por un muñeco reborn. Ante la atónita mirada del padre que lo considera una terapia para su mujer, ella tratará al muñeco como si fuera su verdadero hijo, pero aún más extraño le parecerá que también lo haga la niñera que acaban de contratar…





Dorothy Turner está interpretada por Lauren Ambrose (A dos metros bajo tierra, Torchwood, Dig). Es una reportera de televisión traumatizada por la muerte de su bebé que logra encauzar su vida cuidando de un niño reborn. Tiene secuelas psicológicas que le provocan las pesadillas que nos irán descubriendo lo que realmente sucedió. Ambrose está espléndida mostrando la vulnerabilidad de una mujer herida con rasgos esquizoides.


Sean Turner está interpretado por Toby Kebbell (Destroyer. Una Mujer Herida, La Guerra del Planeta de los Simios, Un Monstruo viene a verme). Es un chef profesional y amante del buen vino que hace de jurado en la versión americana de MasterChef y que se pasa muchas horas cocinando en casa. Intenta ayudar a su esposa a superar la tragedia, pero su visión realista le impide entender la relación que tiene con el muñeco reborn. Una extraña infección en la garganta le provoca la pérdida de sus papilas gustativas. Kebbel realiza un trabajo estupendo aportando el punto de vista necesario de escepticismo.



Leanne Grayson está interpretada por Nell Tiger Free (Myrcella Baratheon en Juego de Tronos, Demasiado Viejo para Morir Joven). Es una joven tímida e introvertida que será contratada por el matrimonio Turner como niñera del bebé reborn, al que tratará sin inmutarse como a un bebé normal. Tras su frágil fachada se esconden muchos secretos y comportamientos extraños que afectarán a la convivencia del matrimonio. La joven actriz ofrece una magnética interpretación que se apoya en la dualidad de su personaje de perturbadora ingenuidad.



Julian Pearce está interpretado por Rupert Grint (Snatch, Ron Weasley en la saga de Harry Potter). Es el hermano díscolo de Dorothy y confidente de Sean, con el que siempre está dispuesto a compartir una buena botella de vino. Intentará ayudar a su cuñado a descubrir las verdaderas intenciones de la nueva niñera, pero él también arrastra sus propios demonios interiores. Grint está eficaz en un rol que en principio resulta ligero y va adquiriendo protagonismo.




Jericho es la clave en Servant. Es el bebé del matrimonio Turner o, tal vez, no lo sea exactamente.




La primera temporada de Servant está compuesta por 10 episodios de unos 30 minutos cada uno. Todos los capítulos están escritos por Tony Basgallop (Inside Men, What Remains, To the Ends of the Earth) y utilizan los códigos clásicos del suspense para hacer avanzar la trama, dosificando muy bien los pocos datos que se van desvelando al espectador en cada capítulo, planteando más preguntas que respuestas.

No hay grandes giros argumentales al final de cada episodio de Servant, ni tampoco la trama se encamina hacia el terror, como hubiera podido parecer inicialmente. Se busca más un suspense atmosférico que juega con la incertidumbre y con la dilatación de las situaciones malrolleras. En ocasiones, los elementos que se cocinan sirven como efecto simbólico para subrayar el estado de ánimo de los personajes.

La lujosa casa de los Turner se convierte en el escenario principal de más del 90 % de las secuencias de la serie, creándose una fuerte sensación de agobio y encierro en determinados momentos. A nivel de realización, en Servant se juega mucho con los planos picados y contrapicados o otros encuadres que provocan desasosiego e incomodidad en el espectador, como todas aquellos grabados en plano subjetivo y que retuercen la realidad para entrar en el terreno de las pesadillas.

Conclusión

Servant es una interesante serie de suspense que lleva el sello de las producciones cinematográficas de M. Night Shyamalan. La Temporada 1 se compone de 10 capítulos de 30 minutos de duración cada uno. Su mayor baza es un punto de partida argumental delirante, así como la creación de ambientes y atmósferas opresivas para generar tensión, utilizando como único escenario el interior de una casa. Los secretos y sorpresas que envuelven a sus personajes se irán desvelando con sutileza, poco a poco, apostando por un tratamiento visual lleno de planos y encuadres que buscan incomodar al espectador.

La fórmula infalible de Shyamalan vuelve a acertar en el centro de la diana con Servant, una serie que gustará a los amantes del thriller con elementos fantásticos y del suspense más clásico. La duda que me asalta ahora es si la segunda temporada de una serie de suspense tan minimalista como ésta, será capaz de aguantar el tirón y mantener el interés, aunque el realizador asegura tener en su cabeza material suficiente para la creación de 60 episodios.

(C) Daniel Farriol






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