Cónclave
A simple vista parece un coctel de drama religioso y thriller sobre la elección de un nuevo Papa, pero hay más, mucho, muchísimo más de lo que puede parecer a simple vista, es espectacular como la tensión se va cociendo poco a poco, despacito, a fuego lento. Es, además, una semblanza de cómo está el patio, que no veas lo movidito que está, tú... Y ya está, no pienso entrar más en detalle, porque es una película COJONUDA, sorprendente e impactante, que hay que descubrir y disfrutar lo más en limpio posible, probablemente sea de las MEJORES de este 2024 al que bien poco le queda ya para acabar.
Y aquí dejo esto: Iglesia = Mafia. No, la religión es una cosa y la figura de la Iglesia otra, y cada vez tengo más claro que la institución es MAFIA, pura MAFIA. Después de ver esta película lo tengo todavía más claro.
No, no había visto NADA de Edward Berger, de verdad os lo digo, pero ya me doy cuenta de que el señor es un peaso' de director. Conocía la fama que le precedía gracias al éxito de su revisión de "All Quiet on the Western Front" (2022) (que pienso ver más pronto que tarde) e intentare localizar alguna otra de sus cintas, pero es que el tío hace auténticas virguerías, aquí unas cuantas alabanzas a sus cinematografía que le dedican en la revista Cinemanía en su crítica a este excelso peliculón: merece la pena reivindicar la mirada de Berger, que consigue filtrar en esta trama que funciona como un reloj estampas que elevan su thriller a otra categoría: esos sacerdotes fumando en el claustro, las monjas en pelotón o ese hermoso contrapicado en el que los cardenales cruzan una plaza lluviosa ataviados con sus paraguas blancos. No puedo estar más de acuerdo con las palabras que le dedica la revista Cinemanía al film.
Y no me pienso olvidar de un MAGNÍFICO Ralph Fiennes. Fiennes es un gran actor, eso es indiscutible, nos ha regalado a lo largo de los años estupendísimas interpretaciones, pero aquí está superlativo, vaya, enorme, espero que sea nominado a mejor actor principal en los Oscar de este año, ojalá. Y está rodeado de un maravilloso plantel de estupendos secundarios, destacando especialmente a un siempre afinado y acertado Stanley Tucci; un desagradable John Lithgow, muestra de lo buen actor que es, capaz de hacer que lo ames o lo detestes; una correcta Isabella Rossellini; un esmerado Sergio Castellitto; y el sorpresón de la cinta: el mexicano Carlos Diehz, estaos atentos a él cuando veáis la película.
Sobre la fotografía también coincido con la reseña publicada por Cinemanía: la dirección de fotografía a cargo de Stéphane Fontaine, esos zooms lentos que van dejando solos a los personajes caídos en desgracia y el uso de la elipsis, que siempre deja las grandes revelaciones de la película en un incómodo segundo plano. Un muy buen trabajo el de monsieur Fontaine, algo oscuro en algunos momentos, pero bastante bueno.
Portentosa y muy buena es la banda sonora compuesta por Volker Bertelmann, compositor de confianza de Edward Berger. La composición de herr Bertelmann es estupenda, ayuda mucho a conseguir la atmosfera correcta.
No voy a hacer spoilers, me voy a contener, pero POR FAVOR: Tenéis que verla sí o sí, a ser posible en limpio, cuanto menos sepáis de ella, mejor, PELICULÓN IMPRESCINDIBLE, os sorprenderá muchísimo y no os dejará en absoluto indiferentes.
Amén.
(C)The Jedi Warrior
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