La maniobra de la tortuga

 

En ‘La maniobra de la tortuga’ el tiempo pasa rápido y de una manera agobiante. La historia compleja que envuelve la cinta debido a la temática principal y secundaria que cuentan ejerce un poder de atracción sobre el espectador, puesto que se espera todo vaya desgranándose como en un thriller al uso cabría esperar. Pero el ritmo es diferente aquí, sus escenas se van sucediendo y la trama va pasando de una manera intensa y provocativa.

Esta provocación de ‘La manera de la tortuga’ se acerca a al cine noir, a ese ambiente policíaco y negro que tanto hace sucumbir a quien lo ve en el vaivén entramado que suele contar. Ahora bien, la riqueza de este thriller policíaco entra en una fase diferente cuando la inspección tiene su interés, su potencial, pero no se pierde solo ahí, si no que alimenta el resto de historias que la completan para hacer un núcleo fuerte sobre el que ir contando todos los detalles.

Destacable es la fotografía preciosa cuando la calma tiene protagonismo en la cinta, y más impresiona los trabajos de cámara que aceleran el pulso de quien está viendo la cinta al mismo ritmo que el de quien protagoniza el instante en pantalla. Obviamente, con una grabación como esta en Cádiz, estas imágenes de playa son espectaculares y con una luz preciosa, mientras que aquellas internas son oscuras, lúgubres, y todo esto no hace más que enriquecer ese trabajo de fotografía espectacular y mostrar un trabajo digno de alabar.

Todo aquello que conlleva instantes donde aparezca la música y el ejercicio de sonido hacen que el ritmo de ‘La maniobra de la tortuga’ sea intenso de manera continuada. No hay calma, no hay espera ni mesura, al igual que no la hay con la violencia mostrada en la cinta, donde las escenas de pelea son brutales y están grabadas con una maestría totalmente plausible. Esas escenas tienen oscuridad, esas escenas tienen fuerza y unos juegos de luces magníficos.

Las interpretaciones son notables y muy correctas por parte de la mayor parte del elenco de ‘La maniobra de la tortuga’, pero hay que nombrar a Fred Tatien y su espectacular trabajo dando vida al inspector Bianquetti. Bien es cierto que físicamente tiene todo lo necesario para mostrarse poderoso, pero cuando mezcla dolor, cuando mezcla ira, cuando mezcla intensidad emocional a ese trabajo físico que tiene que realizar, podemos ver una interpretación de auténtico lujo. Quizás hubiese que ponerlo en ciertas quinielas, ¿eh?.

En definitiva, un thriller policíaco cargado de calidad interpretativa y de imágenes impresionantes. Intensa, durísima y con un ritmo veloz, que van creando una obra buenísima. Un buen trabajo coral que hacen que el resultado sea una magnífica cinta. Imperdible.


(C)Garzía

 

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