El test

 

Bastante interesante trabajo cinematográfico con esencialmente cuatro actores protagonistas (Alberto San Juan, Miren Ibarguren, Blanca Suárez y Carlos Santos) que hacen eficaces sus papeles logrando volver cómicas situaciones que en realidad no carecen precisamente de drama.

Cuesta trabajo decir quién lo hace mejor, pues la labor conjunta está muy bien engranada, probablemente mérito también de la dirección de actores. Si tuviera que decantarme, personalmente supongo que quien más risas y sonrisas me arrancó, incluso en la desesperación -o precisamente por ella- de su personaje, fue Blanca Suárez. Pero mera subjetividad, porque todos están bastante bien en una obra de diálogos ocurrentes y continuos giros de guión en los que la propuesta en que se basa la película ("¿Qué escogerías, cien mil euros ahora o un millón dentro de diez años?") se vuelve cada vez más enrevesada haciendo un ovillo en las relaciones de los personajes que empiezan a mostrar al espectador poco a poco todos los secretos enredados que esconden.

Incluso aunque probablemente la obra debería limitarse a estos cuatro personajes para ser más redonda, no está de más el papel de reparto de esa niña actriz que si le gusta merecería llegar a viejecita actuando (Luna Fulgencio) o el incombustible ante las cámaras y de ánimo Antonio Resines, en tantos recuerdos de películas como mis preferidas "La buena estrella", "La celda 211", "La niña de tus ojos" o "Amanece que no es poco"; y causa primordial por la que escribo esta crítica ensalzándolo y no metiéndome con él ni la película, ya que durante la premier antes de la proyección amenazó veladamente al público para que si nos gustaba lo contásemos pero que sino no dijésemos nada porque sabía dónde vivíamos.

 
Porque en realidad lo dijo en broma y Resines ni me conoce ni sabe dónde vivo, diré que el guión acaso adolece en ocasiones de introducir un ritmo de la narración algo acelerado acumulando giros y alargando el metraje de un modo que podría para mi gusto haberse resuelto algo mejor. Y por si acaso averigua dónde vivo, no obstante, recomiendo sobre todo ver la película para pasar un rato más que agradable disfrutando de lo que en su conjunto me parece un buen trabajo.

El Test, mientras mantiene atrapada la atención, moverá al espectador por recovecos por los que no sabe dónde le llevan, y la pregunta que se plantea al principio quizás nos dará diferente y grato significado donde tendremos que elegir si el que espera desespera o si puede merecer la pena esperar incluso casi toda una vida. Si queréis saber la respuesta tendréis que estar atentos a un intercambio de miradas en la última secuencia en un bar.
Aunque la música de la película está bien escogida, si alguien me pregunta diría que tras el último plano en los títulos de crédito finales yo hubiera propuesto que sonara la versión de "Esperaré" de Armando Manzanero cantada por Presuntos Implicados y la voz de Sole Giménez.

"Esperaré
A que sientas lo mismo que yo
A que a la luna la mires del mismo color
Esperaré
Que adivines mis versos de amor
Y aquí, en mis brazos, encuentres calor."

Porque "El Test" al final entre muchos sentimientos escondidos, risas y llantos que provocan risas, nos sorprende siendo una historia donde la espera no es por dinero sino exclusivamente por amor. Un test de amor. Escoger a la persona equivocada o esperar a quien realmente amas todo el tiempo necesario. Así cobra importancia la espera del personaje de Toni para ver si algún día el personaje de Paula mira la luna del mismo color. Y en la mirada de ambos al final, cada uno en ese momento en un lugar a cierta distancia dentro del bar, podemos encontrar la respuesta. Aun dentro de una pequeña ambigüedad, parece que Toni y Paula sienten lo mismo y mirarán juntos la luna del mismo color.

¿Qué escogerías, quedarte con alguien que te atrae y te gusta, o esperar el tiempo necesario al amor de tu vida que no puede estar contigo?
 

Cuando el director y algunos de los actores de la película estaban presentándola sobre el escenario antes de comenzar la proyección, nos pidieron al público que levantásemos la mano según escogeríamos cien mil euros ahora o un millón en diez años. La inmensa mayoría levantó la mano por los cien mil ahora. Yo fui de los pocos que la levantó por el millón en diez años. Una vez traducido a la pregunta romántica que se esconde detrás, no estoy aún seguro si el que espera desespera y la mayoría escogió bien o si esperar, como elegí, merecerá la pena.

¿Y tú qué harías?
(C)Pedro

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