‘Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte’
Sony tenía muchas esperanzas depositadas en ‘Millennium: Los
hombres que no amaban a las mujeres’, pero la cinta de David Fincher no fue el
gran éxito que deseaban -costó 90 millones de dólares y recaudó unos correctos,
pero poco memorables 232- y la secuela nunca terminó de concretarse. Fincher
siguió vinculado al proyecto durante años, pero en 2015 se anunció que iban a
optar por un reboot.
Más personal pero menos elaborada
Uno de los aspectos que más llaman la atención mientras
estás viendo ‘Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte’ es que es un
relato muy dinámico, sin apenas tiempo para detenerse en ninguna situación o
personaje para que la historia siga avanzando -aunque en el tramo central de la
película hay mucho de hacer-deshacer algo entre la heroína y los villanos,
rozando así lo redundante-, algo que juega tanto a favor como en contra de la
cinta.
Por un lado resulta casi imposible aburrirse porque la
sensación de acción es constante, tanto cuando hay enfrentamientos físicos y
huidas como cuando simplemente se están preparando para lo que está por venir.
A esto último ayuda el notable trabajo de puesta en escena de Álvarez, quien
sabe cuándo puede deleitarse un poco en el manejo de la cámara, cuándo ha de
optar por una dirección más austera y los momentos en los que simplemente hay
que ser más contundente.
Los esfuerzos de Álvarez también ayudan en parte a compensar
la innegable pérdida de interés puramente visual respecto a ‘Millennium: Los
hombres que no amaban las mujeres’, donde Fincher sabía crear un clima único
que lo diferenciaba de un thriller al uso en ese apartado, siendo también capaz
de incidir en elementos más oscuros y retorcidos. Aquí eso queda reducido a
instantes puntuales de mostrar de forma más directa y el resto se acerca a más
a lo que uno esperaría de una producción solvente sin una marcada personalidad
por detrás.
Ahí se percibe la drástica reducción presupuestaria -se
comenta que ‘Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte’ ha costado como
la mitad que la de Fincher-, pero es un punto que puede añadir mucho y no
necesariamente restar demasiado si no lo tienes. En este caso es más resultado
de las inevitables comparaciones que algo que en sí mismo haga daño a la
película. El problema viene por otro lado.
‘Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte’ podría
venderse perfectamente como el caso más personal de Lisbeth Salander y el
propio prólogo de la película incide en su infancia, en concreto en cómo se
separó de su padre y su hermana. Ese es el caldo de cultivo para mostrar a un
personaje algo más frágil que deja su lado misterioso reservado a sus
increíbles habilidades para salir con vida de situaciones muy peligrosas.
Ese último punto también podría provocar el rechazo de
algunos ahí quizá tienda a parecerse demasiado a una versión más retorcida de
James Bond-, pero lo que a mí me echó algo para atrás fue que busca que el
impacto emocional que tiene ese pasado en ella eleve la tensión a otro nivel,
pero cualquier tipo de desarrollo del mismo más allá de la fuerza que puedan
tener instantes concretos brilla por su ausencia. Quiere tenerlo todo sin pagar
el peaje.
Al igual que sucedía en la puesta en escena, eso es algo que
se compensa por el gran trabajo de Claire Foy dando vida a una Lisbeth Salander
con voz propia que en ningún momento como una copia o una mera variante de lo
que habíamos visto previamente. Ella sabe cómo llevar el personaje a su
terreno, en parte porque es el único personaje al que el guion presta un mínimo
de atención más allá de su implicación en la evolución de la historia.
El trabajo del resto del reparto solamente puede calificarse
como cumplidor pero olvidable al no tener suficiente material para causar
impresión entre el público. Aquí eso se busca a través de las acciones y
demasiadas dejan la sensación de ser meros complementos necesarios, y allí
añado incluso a Sverrir Gudnason, el sucesor de Daniel Craig como el periodista
Mikael Blomkvist.
En definitiva, ‘Millennium: Lo que no te mata te hace más
fuerte’ es buen cine comercial que sabe engancharte con la historia que cuenta
y su dinámico ritmo, pero también es una propuesta que no desarrolla realmente
nada. El reseñable trabajo de su director y su protagonista ayuda a que esto
pase algo más desapercibido, pero aquí se opta por normalizar el material en
lugar de indagar en aquello que podría hacerlo especial.
© Mikel Zorrilla
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