DESDOBLAR EL SUSTANTIVO



Ahora ha llegado la hora de hablar del desdoblamiento de género, un fenómeno en boga dentro del panorama político actual.

En primer lugar, hay que decir que estamos ante un caso diferente al de los aquí explicados con anterioridad. Por ejemplo, sí parece un ejemplo de cómo el lenguaje refleja el machismo de la sociedad la antigua acepción "femenino", que rezaba "débil, endeble". Pero, ¿es el género neutro un ejemplo del sexismo reinante? Aquí se comete un error de base: el género morfológico no se debe relacionar explícitamente con el sexo. Empezando por ahí, el resto de medidas en contra de este desdoblamiento tienen que ver con la visibilidad que esta premisa necesita. Por ejemplo, si alguien escribe: "Los invitados, acompañados de sus parejas, llegarán a la ciudad a lo largo del día de hoy".

¿Alguien lo entendería como "sólo los hombres invitados acudieron acompañados de sus parejas"? Supongamos que sí, que es un lenguaje exclusivo. Si consideramos que nos enfrentamos a una sociedad machista y que, por ello, debemos desdoblar, el enunciado tomaría la siguiente forma: "Los invitados y las invitadas, acompañados y acompañadas de sus parejas, llegarán a la ciudad a lo largo del día de hoy".

Sin embargo, si atendemos a la supuesta sociedad discriminatoria a la que ya hemos hecho referencia, alguien puede entender que "pareja" es la unión entre un hombre y una mujer, por lo que también debemos aclarar este apartado. "Los invitados y las invitadas, acompañados y acompañadas de sus parejas heterosexuales y de sus parejas homosexuales respectivamente, llegarán a la ciudad a lo largo del día de hoy".

Por si fuera poco, también habría que desambiguar el término "día", que en castellano incluye a la noche en ciertos contextos, como puede ser en este caso. "Los invitados y las invitadas, acompañados y acompañadas de sus parejas heterosexuales y de sus parejas homosexuales respectivamente, llegarán a la ciudad a lo largo del día de hoy y a lo largo de la noche de hoy".

ENFANGAR LA SINTAXIS

Como podemos ver, la sintaxis se enfanga y se comete otro de los errores clásicos a la hora de desdoblar: caemos en el circunloquio absurdo. Esto es lo que la RAE llama economía lingüística (y que nadie catalogue este texto como académico, pues hay algún "sólo" tildado y un "castellano" gigante para referirse al idioma).

La cuestión es que por una simple cuestión de pulcritud gramatical, el lenguaje elige la forma "invitados" para referirse a personas de cualquier género sin que por ello el hablante desprenda machismo; elige la forma "pareja" (por cierto, femenina) para referirse a uniones de cualquier orden sin que el hablante desprenda homofobia o heterofobia; y elige la forma día para referirse a un periodo de veinticuatro horas sin que el hablante desprecie a los noctámbulos.

Como ya se ha dicho, el lenguaje es una "consecuencia de". Si la sociedad erradica sus fobias, éstas desaparecerán del lenguaje sin necesidad de llevar a cabo acciones normativas. El problema llega cuando estas acciones se toman sin pensar en razones lingüísticas. Sin cortar, además, la verdadera raíz del problema que nada de lingüístico tiene. Y cuando se busca arañar un puñado de votos a través de disparates como "miembros y miembras".

Ahí empezó a joderse todo, Zavalita.
Carlos Mayoral  (el español)

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