Voces
Me he decidido por el piso de Horta porque me ha parecido el más tranquilo de todos los que he visto .
Un tercero con dos puertas por rellano y , qué suerte , con una terraza no muy grande , pero que puede acoger las macetas que ya he colocado y la mesa con un par de sillas .
Instalarme ha sido fácil .
He dejado en la casa antigua todos los muebles a cambio de llevarme el coche , destartalado pero indispensable para mi trabajo .
Y también he aprovechado para hacer limpieza de papeles y deshacerme de carpetas con facturas antiguas y poemas horribles .
Todo al contenedor de papel, sólo se ha salvado la primera carta de Martín. Las demás no era necesario, decían todas lo mismo.
Mi hermana y mi cuñado me han dado el sofá antiguo .
Ahí dormiré hasta que compre una cama .
He puesto un mantel encima porque no tengo ni idea de dónde deben estar las sábanas y son las doce y cuatro, no empezaré a buscar ahora.
Antes de tumbarme he abierto la puerta de la terraza de par en par .
Hace una temperatura muy agradable , es una de esas noches que anuncian el verano y que aún no castigan con el bochorno .
Estoy muy cansada , pero sé que me costará dormirme sin la radio pequeña , que debe estar en cualquier caja, mezclada con otros restos del naufragio . Es duro, el sofá y no puedo estirar las piernas .
Miro el techo y pienso qué pondré ahí, un aplique o una lámpara?
Ahora escucho la voz de una mujer , debe ser la vecina de al lado .
- Ven - dice - , ya tienes la cena , paté de salmón, del que te gusta tanto . Los vecinos cenan tarde, pienso .
Escucho con atención pero no hay respuesta.
- Que vengas ya, rey mío. No me lo hagas decir dos veces.
Nada, que no contesta .
Un tipo de esos que pasan de todo.
- Compro lo que más te gusta y así me lo agradeces .
Ya me sé yo esa historia.
Hay que hacer las cosas con ilusión , señora.
Por amor.Si esperas gratitud, vas lista.
- Me voy a la cama, dice .
Tú mismo . Luego no vengas a llamar a la puerta .
Ah , me digo. La cosa ya va así ... Amenazas directas, pensamientos funestos , "sólo sirvo para una cosa...
Pues no, qué se ha creído ... "
Me acerco a la terraza .
Quizás él le responde más bajo y por eso no le oigo. .
Voy de puntillas, descalza sobre los azulejos, con mucho cuidado. Unos ojos brillan, en medio de los geranios y me asusta la voz del vecino al otro lado de la barandilla.
- Perdone , es un gato muy curioso ... ¿Le importa si paso a buscarle ?
Maria Guilera ( http://lakarcoma.blogspot.com.es/ )
je, je, muy bueno este cuento de Miss Guilera.
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