Quien a hierro mata

Los narcotraficantes están de moda. De un tiempo a esta parte se han producido lanzamientos tan sonados como «Narcos «en Netflix o «Fariña» en Antena 3. Sus figuras se han blanqueado llegando a extremos insospechados. Prueba de ello es ver un cartel gigantesco con la cara de Pablo Escobar en la mismísima Puerta del Sol de Madrid. Precisamente, según comienza la cinta, es lo que el espectador espera ver después de semejante bombardeo. Pero el film toma la dirección contraria. En este caso, la droga solo sirve de pretexto para una historia de venganza. Mario se intentará vengar de Antonio Padín, quien acaba de llegar a su residencia debido a una enfermedad degenerativa. De esta manera se muestra el lado amargo de la droga de una manera más cruda. Nadando a contracorriente de lo que nos han vendido últimamente, trata a los narcotraficantes como los auténticos villanos del film. ...