Hierro
Ayer Viernes se estrenó la nueva producción de Movistar+, una serie de crímenes encabezada por Candela Peña y que tiene a la isla del Hierro como coprotagonista. Lo cierto es que el argumento es muy sugerente; en la mañana de su boda, una muchacha espera en la iglesia al novio, pero no llega. A cambio se descubre un cuerpo que ha sido devuelto por el mar. Fran no sólo se va a perder su matrimonio, sino también todo lo que le esperaba en la vida.
La serie, creada por Pepe Coira y dirigida por Jorge Coira, planteará la investigación del crimen coordinada por la nueva juez de la isla, una goda (peninsular) recién llegada que va a tener que entender a marchas forzadas qué supone vivir en un lugar remoto. Ésta no es otra que Candela (Candela Peña), una madre soltera a la que han desplazado al Hierro, y no como premio.
El argumento es habitual, un crimen que origina una investigación, pero no por ello menos interesante. De hecho, el arranque tienta muchísimo y el telón de fondo que supone un lugar tan pequeño, tan cercano y, sin embargo, tan diferente es un placer. Las imágenes se suceden formando una magnífica campaña de publicidad de la isla pero, a la vez, narra una historia de comunidad pequeña, en la que todos saben de tu vida y cuando sucede algo así, sabes que el asesino tiene que ser un vecino.
Entre los personajes poderosos se encuentra Díaz (Darío Grandinetti), el clásico malo que controla el narcotráfico de la isla, padre de la novia y un tipo de cuidado. Él se convertirá en el gran cómplice accidental de Candela, gracias a que el primer instinto es que tiene que ser el culpable de todo, pero pasa a ser el primer interesado en develar todos los secretos. El pulso entre los dos, que apenas comparten escenas, aunque son los dos grandes personajes de la producción, será lo que hará avanzar a la trama.
Si bien tal y como he comentado el arranque es muy prometedor, pierde algo de fuelle conforme avanza. Y es una lástima, porque el guion es interesante y la historia, aunque no nueva, consigue atrapar. Hierro no quiere hacer grandes descubrimientos en el género y se agradece. Precisamente por eso engancha tanto. Actores verosímiles, un lugar hermosísimo, historias con interés y un desarrollo relativamente ágil que hace que la serie pase volando. Pese a todo, su inconveniente es precisamente ese desarrollo que se queda a las puertas. Conforme avanza la narración el ritmo decae, cosa que hace que, aunque sigas enganchado a la pantalla, deje de interesarte parte de lo que sucede.
El otro inconveniente es el desgaste del personaje de Candela. Su presencia es tan grande, el peso que recae sobre ella es tan protagonista y, sin embargo, su ligazón con el lugar es tan escaso, que llega un momento en que lo único que queda ver es cómo se excede en un lugar que no comprende. Lo que de entrada se convierte en un contrapunto curioso que representa al peninsular que es trasladado por la fuerza, acaba convirtiéndose en un exceso algo cansado.
La propuesta de Movistar+ es la fórmula ideal para una serie que ver al acabar el día. Ofrece la posibilidad de disfrutar sin necesidad de pedir grandes dosis de concentración ni una gran implicación del espectador. Por el contrario, presenta un drama con gancho en el que sabes que tienes al responsable del crimen ante ti. Sólo queda apostar y, entonces, ¿quién y por qué mató a Fran?
Además, casi todos los intérpretes son canarios y desconocidos para el gran público, lo que potencia la sensación de realismo y ayuda a sumergirse en la historia que aquí se nos plantea
Maritxu Olazábal
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