Oh! Mammy Blue.
Segundas Oportunidades
Nos cuenta la historia de Laura, una antigua estrella del rock de los 70 que vive recluida en una residencia de ancianos, aunque tiene la misma edad que sus compañeros, no se identifica para nada con ellos, se siente joven y con un espíritu libre.
Continuamente tendrá que lidiar con Elena, la directora del centro, una mujer amargada, con mal carácter y decidida a que los ancianos tengan una vida de ensueño. Todo cambiará cuando llegue al centro Juan, un jubilado que se enamora de ella y la reconoce como aquella estrella que fue en su momento.
Con la ayuda de su nieto y con el empeño del nuevo inquilino, Laura se sentirá de nuevo cantante y empezarán a ensañar para actuar en un pequeño festival a las afueras de Madrid, eso si la directora pondrá todas las trampas posibles para que no puedan acudir.
La película intenta en todo momento recuperar el pasado rockero español, a través del tema que los Pop-Tops grabaron en 1971, Mammy blue se convirtió en un grandísimo éxito internacional, tanto en Europa como en el resto del mundo.
En el papel principal de la cinta destaca la actuación de Carmen Maura, se nota mucho su experiencia y vuelve a derrochar talento y veteranía, luego esta secundada por un grupo de actores enternecedores, donde destacan Ramón Barea y María Pujalte en un papel de mala, pocas veces vista.
La película es entretenida y propone acercarnos a esta realidad, que son las personas mayores, quienes hoy en día pueden tener unas capacidades físicas y unas ganas de innovar tremendas. El director pretende que nos acerquemos a esta realidad de manera relajada, riéndonos muchas veces de la desgracia que, en general, nuestra cultura considera la perdida de la juventud.
“¡Oh Mammy Blue!” propone acercarnos a esta realidad de manera relajada, riéndonos muchas veces de la desgracia que, en general, nuestra cultura considera la perdida de la juventud. Todos convivimos de alguna forma con mayores y todos tenemos un potencial mayor dentro. En esto se centra “¡Oh Mammy Blue!” y en su espíritu confluyen la mirada de los mayores –con un plantel de personajes con los que sentirse identificados- pero también la de los más jóvenes. Una película familiar.
Temerosos de lo que nos depara el destino, muchos decidimos no mirar a los mayores, hacer como que no existen, y pudiendo cuidar de ellos o convivir con ellos,los confinamos en residencias como “ El retiro ”.
Allí su salud puede ser vigilada de cerca, aunque tal vez no sea solo salud física lo que necesiten. Como si viviéramos en la acción de “La fuga de Logan”, las historias de mayores son escasas en la cinematografía.
La apuesta aquí no es mostrar la decrepitud, sino todo lo contrario: que los mayores lo son por físico pero que se enamoran, que a pesar de los achaques luchan por su día a día y muchas veces tienen tantos objetivos como los más jóvenes.
Y a veces, eso sí, se les parecen porque la edad les ha vuelto inmunes al respeto y al miedo y pueden llegar a la insolencia del joven más rebelde.
El más rebelde de todos los mayores es el que ha tenido un pasado libre, cuando no se podía ser libre. Y en esa España donde todavía no se había alcanzado la libertad, gracias a la permisividad hacia el turista extranjero, hubo un pequeño reducto de libertad, al menos moral, donde destacó la cultura pop-rock. Así le película recupera el pasado rockero español, en la que nuestra industria patria cosechó grandes títulos para la historia de la música en un tiempo en que España era tierra de tránsito de los más grandes: de los Beatles, a Jimi Hendrix, de los Rolling Stones a los Led Zeppelin. Todos ellos labraron una parte de su historia en España. También España cambió y, muchos años después, encontramos una sociedad moderna, mestiza, multicultural, donde un español puede llegar a preguntarse si él fue nieto de Jimmy Hendrix. A través del tema “Mamy Blue”, el éxito más sonado del rock español, mostramos que los viejos rockeros nunca mueren.
Laso
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