Quédate a mi lado (Stay Close)


 

 

A un policial, por lo general, se le suele pedir una sola cosa. Independientemente de cómo maneje la trama, o a los personajes, o las sub historias, un policial decente debe contar con un desenlace que no suene a estupidez. Que el espectador no digiera toda la columna vertebral para que luego le salgan al final con conejos en la galera.

Quédate cerca sigue la línea de No hables con extraños (Daniel O Hara de vuelta). Logran verse notorias similitudes a la hora de armar la trama, los personajes y, principalmente, la estética. Son policiales de tonos coloridos, que rehúyen el noir y buscan el buen rollo sin caer en sobredosis de azúcar. Al fin y al cabo, siempre hay un crimen que investigar.

Esta serie juega con los famosos cabos sueltos, cebos falsos y pistas truchas del género. Pero la columna vertebral de la historia no prioriza tanto el amague sino la construcción paralela de tramas que a priori no parecen tener relevancia hasta que de pronto... Literalmente, va abriendo hilos sutiles que van cobrando fuerza conforme avanzan los capítulos.

Existen problemas de trazo grueso en algunas historias secundarias.

El desenlace de la historia principal cierra con coherencia, dejando por el camino los lastres ya mencionados. De esta forma, Quédate cerca logra desembarazarse con cierta dignidad del mismo embrollo argumental que armó. Son series que se meten ellas mismas en camisas de once varas, priorizando ganchos de “misterio comercial”. Arman enredaderas y el espectador atento, una vez zambullido en la trama, contempla con cierta inquietud como demonios salen de semejante berenjenal sin dar vergüenza ajena.

Por suerte, esta serie transpira para ello, y por momentos lo consigue

Los guiños del guion hacia la culpable son bastante notorios, como cuando hablan de la motivación como la elección del tema musical "You don t own me", en la introducción. Algo a lo debieron buscar algún tipo de explicación es a la extraordinaria fuerza y habilidad física tanto de Megan, como de su hija mayor, como la de Lorraine. Todas chicas, sin bien corpulentas unas, altas todas, tan super poderosas como capaces de reducir hasta a los musculosos y energéticos varones más pintados. Otro punto flojo es el criterio amplio de ese cuerpo policial que permite que un policía trabaje con su ex esposa como compañera y se involucre con sospechosos y testigos sin que ni su sana crítica ni ningún superior parezca objetar nada. Pero bueno, tampoco seamos tan quisquillosos. El final-final, con el pobre marido creyéndose impoluto y sin saber lo que realmente hizo me gustó mucho.

©Juan Rúas

Comentarios

Entradas populares de este blog

Haikus de Muerte

Pakt (El pacto)

70 Binladens