Vida Perfecta

Leticia Dolera sufrió todo tipo de críticas y encarnizados ataques cuando en plena preproducción de 'Vida perfecta', la serie escrita, dirigida y protagonizada por ella misma, se vio obligada a sustituir de un plumazo a una de las actrices por estar embarazada. Casi nadie entendió cómo la polifacética artista, seriamente comprometida con el feminismo y la defensa de la mujer, había tomado tan drástica decisión.

Después de cepillarme en un suspiro la serie, engullido por las emociones que nos deleitan unos y otros personajes, entre ellos aquel que finalmente conquistó la actriz Celia Freijeiro, uno comprende divinamente que la tan difícil determinación de Dolera era absolutamente inexcusable, incontestable y que obedecía en exclusiva a motivos creativos.

Dolera normaliza ese sexo exprés tan habitual en los hombres y tan mal visto en las mujeres
Entonces es cuando uno que también en su día fue mordaz, incisivo e implacable frente a aquel escándalo, entona el mea culpa, reconoce haberse equivocado y no puede sino disculparse públicamente por haber 'condenado' y vilipendiado injustamente a la actriz catalana. Porque 'Vida perfecta' es una gran serie de mujeres, sobre mujeres, defensora de las mujeres y, además, hecha por y para mujeres.

Cannes puso la serie en su sitio

'Vida perfecta' no lo tenía nada fácil para limpiar una imagen ensuciada y embarrada por todo un lodazal de tendenciosos titulares en prensa y televisión. Ya sabemos lo que nos fascina a los españoles hacer escarnio público y leña del árbol caído. Tuvo que ser el Festival de Series de Cannes el que la redimiera, muy merecidamente, otorgándole la pasada primavera el premio a la mejor serie y el de mejor actriz a sus tres protagonistas: Celia Freijeiro, Aixá Villagrán y Leticia Dolera. Si no hubiera sido por ese reconocimiento, probablemente hoy tanto la serie como su directora quizás seguirían injustamente crucificadas.

'Vida perfecta' es el gran pelotazo de Movistar+. Estamos ante una serie sencillamente perfecta, brillantemente divertida y, además, corta, con ocho capítulos de menos de 30 minutos. Sus protagonistas son tres amigas treintañeras, cómplices y aliadas, no en vano dos de ellas son hermanas, que carcomidas y arrastradas cada una por distintas circunstancias vitales y personales, se torturan y preguntan con mucho humor si lo que han conseguido en la vida es lo que realmente querían. La ficción refleja una crisis existencial en toda regla, consecuencia de una vida casi perfecta, ensombrecida, eso sí, por esa frustración que les impide ser felices.

Cris (Celia Freijeiro), Esther (Aixa Villagrán) y María (Leticia Dolera) son tres mujeres que se encuentran en diferentes situaciones vitales. María y Esther, hermanas antagónicas, forman un trío muy especial con su amiga Cris.

• Cris es una abogada de éxito, casada y madre de dos hijas, que no está a gusto con su marido y con su vida sexual. De hecho, se mete en el mundo de las aplicaciones 'tinderianas' y empieza a ponerle los cuernos. Es la típica 'superwoman': madre, esposa, amiga y trabajadora perfecta. Sin embargo, a pesar de tenerlo todo, siente un gran vacío en su vida.

• Esther es una original y promiscua artista lesbiana. Con una carrera llena de altibajos a sus espaldas, de repente se encuentra estancada a punto de cumplir los cuarenta.

• María, una mujer calculadora y compulsivamente previsora, se refugia en casa de su hermana cuando es abandonada por su atractivo novio, poco antes de casarse. Por si fuera poco, en un fortuito encuentro sexual con Gary, un jardinero discapacitado, se queda embarazada. Es entonces cuando se enfrentará a la idea de que pueden existir otros modelos de familia, diferentes al que clásico de marido-mujer-hijos-casa-perro. Las tres amigas en medio del embarazo de María, refuercen sus lazos mientras buscan su lugar en el mundo.

'Vida perfecta' emana y exhala mucho y buen sexo en manos de mujeres: tórridas escenas de alto voltaje en las que ellas mandan y llevan la batuta. Dolera normaliza ese sexo exprés tan habitual en los hombres y tan mal visto en el caso de las mujeres. Desdramatiza esa puñetera idea tan machista y anclada en la sociedad que etiqueta al hombre de 'machote' por el hecho de follar con unas y con otras, mientras que si es una mujer la que usa a los hombres como meros objetos sexuales es en cambio una 'puta'. Por fin, en España una serie habla abiertamente de la sexualidad femenina.
Esther, descentrada, insatisfecha y sin un lugar en el mundo, no desaprovecha ocasión para desfasar, drogarse y llevarse a mujeres a la cama. Cristina, madre y esposa perfecta, descubre a través de las 'apps' para ligar que el sexo de usar y tirar, como los clínex, satisface su supino aburrimiento con su marido. María por su parte, para una vez que se vuelve loca, se suelta la coleta y practica el aquí te pillo aquí te mato... va y se queda embarazada. Tres maneras muy distintas de enfocar, de ver, entender y ejercitar el sexo, la de las tres protagonistas de 'Vida Perfecta'.

Dolera se atreve, además, con los discapacitados, algo 'a priori' poco atractivo, delicado y difícil de abordar y menos con humor. Gracias a un personaje tan dulce, tierno, natural y conmovedor como es Gary, el jardinero que deja embarazada a María, ese mundo resulta de lo más divertido. Gran culpa de que te enamores de este peculiar chaval la tiene el joven actor catalán Enric Auquer.

Es difícil expresar y resumir los encantos de 'Vida perfecta'. La nueva producción de Movistar+ tiene mucho de grandes series como 'Fleabag', 'Back To Life' o 'Girls', todas ellas escritas por mujeres que también las dirigen y protagonizan. Como estas, todo el guion de 'Vida perfecta' está imbuido por la cotidianidad del día a día de sus protagonistas, con la que tan plácidamente uno se siente identificado. Ese es el gran éxito de la serie: su sencillez y naturalidad en medio de tantas risas y algún llanto... La serie de Dolera, al contrario que la vida, sí que es perfecta.

Nacho Lorente