La bandera de la "Roja"


Joaquín entró a la cafetería sin prisas, con calma, había terminado un trabajo recientemente y hasta el siguiente turno, seguramente no le avisarían.
Carajillo de Bayleys y un botellín de agua con gas, si es posible de Lanjaron, pidió al camarero que se ofreció a atenderle.
Desplegó el periódico Ideal y se dispuso a hojearlo, que no a leerlo, sin prisa, con calma, pues sabía que no le avisarían para un servicio más en esta jornada.
La sección política se dedicaba como monotema al tijeretazo de Zapatero, a cómo se desdecía de su promesa de “nunca rebajaré los derechos de los trabajadores” , “nunca abandonaré a los más débiles”…etc, que rondaba por todas la redacciones y en ésta no iba a ser menos.
Los deportes estaban prácticamente copados por el fútbol, el Granada había dado buena cuenta del Alcorcón, verdugo del Real Madrid por cierto y ya estaba en Segunda división y la Roja, ¿Porqué no la Colorá?, se disponía a dar comienzo un Mundial que sin duda marcará un antes y un después en su historia, preñada de hazañas pequeñas, pero que a falta de grandes gestas satisfacen al mundillo de fútbol patrio y encandilan a la juventud de hoy día.
Ya no es signo de ser “facha” el llevar la bandera Rojigualda hondeando al viento desde motos, coches y todo tipo de balcones vecinales.
Estaba terminando de ser servido por tan atento camarero, cuando le sorprendió la pregunta:
-¿Usted es bombero?, le dijo.
-Pues sí, para qué voy a negarlo, pero me gustaría saber cómo ha podido usted averiguar mi profesión.
-Pues.......por la forma de pedir lo que iba a consumir, el tipo de consumición, la marca de licor con el que hacer el carajillo, la forma en que ha roto el sobre para poner el azúcar, el modo tan peculiar de coger y utilizar la cucharilla al remover el azúcar…….pero sobre todo, el uniforme tan llamativo que usted lleva, el casco tan espectacular, el hacha a la espalda en el cinturón….y el coche rojo con luces rotativas de emergencia amarillas que ha dejado subido en la acera.
© Angel 12/06/2010

Comentarios

  1. ¡Que bueno!
    Al bombero se le ve el plumero enseguida, son muchos signos externos, pero co mo el uniforme y el casco ¡ninguno!.
    Además que la policía no es tonta, investiga, ve una colilla en el suelo y enseguida averigua donde han han fumado.

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  2. Muy buen escrito, la verdad sea dicha. Me ha gustado.
    En lo que sí puede que discrepe un poquito es en eso de que la bandera rojigualda ya no se considera signo "facha".
    La juventud de hoy día, a pesar de que la inmensa mayoría no saben ni de lo que hablan, discuten sobre derechas e izquierdas y muchos siguen viendo la bandera española como símbolo fascista. Ojalá que eso cambie de verdad algún día.
    Yo no soy partidaria de banderas, ni siquiera de patrias. Pero aun así, no me gustaría que alguien llevara la bandera española y lo miraran mal o lo tacharan de facha. No sería justo.

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  3. Gracias Coco y Saico, mi deseo es que podamos estar orgullosos de ellas, bandera y selección y que no nos tengan que apagar ningún fuego los bomberos que beben bayleys.
    Besos para las dos.

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  4. jajajajaja
    si es que los camareros son muy psicólogos ellos, jajajaja. ¡Qué poder de deducción!

    Me gustó mucho el relato, Angel

    Besos

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  5. Un camarero así quiero yo para mi bar. Ja, ja.

    Un abrazo Angel.

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  6. Como siempre me ha gustado lo que escribes. Muy irónico y con ese humor que te caracteriza.
    Pero lo que mas me gustan de tus relatos son los comienzos, te enganchan y tienes que leer hasta el final porque nunca sabes como van a terminar.
    Besos

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  7. Esta mañana no pude terminar de leer tu original historia del "bombero anónimo" porque se fue la luz. Te acuerdas?
    Te animo a seguir escribiendo y publicando este Blog.
    un abrazo

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  8. Gracias Maru, Vescor por acercaros al blog.
    No os defraudará, seguro.
    Un abrazo
    A Torcuato, Alís y Fonsi, qué os voy a decir, si ya sois del elenco de autores!!!!
    Gracias por estar ahí.
    Un abrazo

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  9. Ole, Ole, esto refleja perfectamente la realidad de los bomberos de granada, que van por ahí a cualquier cafeteria,aparcando mal los vehiculos oficiales,en horas de trabajo, a veces bebiendo alcohol, en otras ocasiones en horas intespestivas y siempre con su uniforme "presumiendo de puesto fijo". Muy buen relato. Un saludo.

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