Obsesión


Edvard Munch " El grito"

Cada mañana, al llegar al trabajo, a la hora de la comida y antes de marchar a casa, la tenía que observar.

No quería vigilar sus pasos, se odiaba a si mismo por ello, se repetía una y mil veces que no volvería nunca más a mirar a esa mujer, no era merecedora de ello.

Ella era la culpable, ella era la que le incitaba, la que le perseguia y no le dejaba en paz, le miraba, le sonreía e incluso le hablaba de vez en cuando.
Se sintió una vez más atacado al oir su voz, estaba seguro que hablaba sólo para provocarle, por el puro placer de irritarle en lo más profundo de su ser.

Una, dos, tres..., cada día la espiaba a las mismas horas, siguiendo el mismo ritual del que quería y no podía escapar.

Su Trastorno Obsesivo Compulsivo no le dejaba ser feliz.


Froiliuba

http://froiliuba.blogspot.com/

Comentarios

  1. Aunque ya lo leí en su blog, he vuelto a hacerlo ahora.
    Antes de que ella te mate, si quieres, rectifica el Froiliuba.
    Bicos, siempre agradecidos.

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  2. ejejjejee

    si es que elegí un nombrecito....

    Gracias Angel, eres un solete

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